En la actualidad el 20 % de la electricidad del mundo proviene de plantas hidroeléctricas, pero por desgracia en los países en desarrollo, la mayoría de los lugares idóneos para generarla ya están siendo explotados. Además, las presas grandes también causan cuantiosos daños ecológicos; parece que la mejor opción, sobre todo para estas naciones en vías de desarrollo, consiste en construir muchas plantas hidroeléctricas pequeñas.
Algunos países, ya utilizan la energía solar, utilizando células fotovoltaicas, cuyo precio quizá vaya disminuyendo para que se pueda producir en zonas rurales; así como también en algunas regiones ventosas del mundo se puede verse gigantescos molinos de viento en el horizonte. La electricidad que suministra la energía eólica, es cada vez más barata y en algunos lugares cuesta menos que la generada mediante los métodos tradicionales.
Está claro, en algunos países de nuestro planeta, la desertificación amenaza a una tercera parte de la superficie del mundo, pues como es conocido el desierto del Sahara se ha extendido 350 kilómetros en las dos últimas décadas, actualmente la vida de millones de seres corre peligro, no solo en el continente africano, también en varias zonas del planeta…
En la actualidad, unos dos millones de personas viven en zonas donde la escasez del agua es permanente. En algunos lugares la escasez ha empeorado debido a que miles de pozos se han secado al descender los mantos acuíferos que lo alimentaban, todo esto produce una extinción de especies, animal o vegetal, a lo que el hombre no puede reparar el daño; y los científicos vienen alertando que entre quinientos mil y un millón de especies se encuentran en peligro de extinción en el mundo. ¡La naturaleza es sabia! (O)