Lo que iba a ser un baño de popularidad en Paraguay, donde el fútbol es pasión y Ronaldinho un ídolo, terminó de forma impredecible para el exinternacional brasileño con el reingreso hoy en la cárcel de Asunción donde el viernes pasó su primera noche como imputado.
Ello después de que este sábado la jueza de garantías Clara Ruiz decretara la prisión preventiva para Ronaldo de Assis Moreira y su hermano y hombre de confianza, el empresario Roberto de Assis Moreira.
La jueza alegó al peligro de fuga y aseguró contar con elementos que demuestran que ambos usaron pasaportes falsificados para su ingreso el miércoles en el país, a través del aeropuerto internacional de Asunción.
El caso está revestido de preguntas sin explicar, entre ellas la más básica: ¿por qué el exastro hizo uso de esos documentos adulterados en el aeropuerto de Asunción cuando tenía en regla su pasaporte brasileño?
Se trata de una incógnita que sigue en el aire y a merced de todo tipo de conjeturas en medios y redes: unos apuntando a una mafia dedicada a la falsificación de documentos y otros a un esquema de lavado de dinero.
LA CONEXIÓN PARAGUAYA
Al término de la audiencia de imposición de medidas por parte de la jueza se conoció la orden de detención contra la empresaria paraguaya Dalia López, que no fue citada a declarar en todo el proceso.
La empresaria es la presidenta de la Fundación Fraternidad Angelical, que contrató al exfutbolista brasileño para poner su imagen en una campaña de asistencia sanitaria gratuita a niños y niñas de Paraguay.
López recibió a Ronaldinho en el aeropuerto de Asunción el miércoles, entre una multitud de aficionados que acudieron a ver al mago del fútbol.
De acuerdo con la investigación, los hermanos ingresaron en el aeropuerto con pasaportes paraguayos falsificados, si bien estos fueron presentados en el control migratorio por un funcionario de la autoridad aeroportuaria.
Ambos esperaron el trámite en la sala VIP del aeropuerto.
Esa noche agentes fiscales se personaron en el hotel donde se alojaban los hermanos y les incautaron esos documentos.
También arrestaron en el mismo hotel a Wilmondes Sousa, otro imputado por uso de documentos públicos auténticos y desde el viernes en prisión preventiva.
La sospecha es que el empresario brasileño fue quien supuestamente entregó a los dos hermanos los pasaportes falsos.
Sin embargo, la defensa de Sousa señaló a López como la persona que llevó a cabo todo ese engranaje.
Según la investigación, quienes habrían solicitado esos pasaportes en el Departamento de Identificaciones de la Policía Nacional fueron las paraguayas María Isabel Gayoso y Esperanza Apolonia Caballero.
Pasaportes que luego fueron manipulados y entregados a los dos hermanos.
Las dos están imputadas y bajo arresto domiciliario.
Para entonces la prensa fue desvelando el perfil de López, afín al gobernante Partido Colorado y dedicada a la importación a gran escala de productos electrónicos de China.
Con la exposición mediática del caso, que domina la actualidad informativa de Paraguay, la Subsecretaría de Tributación anunció este viernes que López está investigada desde hace medio año por supuesta evasión fiscal y lavado de dinero.
ARISTAS SIN RESOLVER
Aristas de un caso que no ha terminado y que sigue sin arrojar luz sobre las razones que movieron a los dos hermanos a hacer uso de esos pasaportes.
Y es que ambos habían llegado a Asunción en un vuelo desde Sao Paulo, en cuyo aeropuerto usaron sus documentos brasileños, los cuales habían recuperado en octubre, tras un caso judicial en su país.
El abogados de Ronaldinho, el paraguayo Adolfo Marín, dijo a los medios, tras la declaración en Fiscalía de su defendido, el jueves, que fue un regalo al que los dos hermanos no dieron mayor importancia.
Tras esa declaración, el hasta entonces fiscal del caso, Federico Delfino, solicitó al juez de garantías Mirko Valinotti una salida procesal que excluyera la imputación, en base a los datos aportados por los dos hermanos.
No obstante, el juez rechazó ese recurso y lo elevó a la Fiscalía General, que la noche del viernes lo ratificó y complicó así la estancia de Ronaldinho en Paraguay.
La prisión preventiva dictada este sábado tiene un máximo de seis meses, que pueden reducirse en función de los recursos de la defensa del exBarcelona.