“Si no luchas, nadie te escucha” | Una crónica del 8M

Texto y fotos: Elisa Alemán

En medio de la glorieta algunas chicas gritan, otras callan. Todas con diferentes matices luchando por las que faltan. A las diez de la mañana del 8 de marzo diferentes colectivos protagonizan un plantón alrededor del Parque Calderón para recordar que “si no luchas, nadie te escucha”.

Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha fue formalizada por las Naciones Unidas en 1975 para reflexionar sobre los avances en los derechos de las mujeres y la equidad de género, pedir más cambios y celebrar la valentía de miles de ellas que jugaron un papel clave en la historia de sus países y comunidades.

‘‘soy capaz, soy fuerte, soy guerrera’’ (…)  ‘‘quisieron enterrarnos, pero no sabían que éramos semillas’’ (…)

Varias manifestaciones tuvieron lugar en las principales ciudades del Ecuador. En Cuenca el ambiente en el parque cobra vida, poco a poco, matizado por el morado que identifica al movimiento feminista. A las diez y veinticinco el colectivo ‘Femininja’ presentó una obra de teatro y cinco minutos después la batucada ‘‘La jacarandosa’’ entonó canciones populares como  Bella ciao  y We Will Rock You en sus versiones feministas.

Las calles se llenan de carteles por todas partes. En cada esquina se lee frases como ‘‘soy capaz, soy fuerte, soy guerrera’’ (…)  ‘‘quisieron enterrarnos, pero no sabían que éramos semillas’’ (…) ‘‘si mañana soy yo, si mañana no vuelvo, destrúyelo todo’’.

En el Ecuador se registraron 105 feminicidios durante el 2019. La provincia del Azuay tiene el mayor número de casos de violencia de género. Según resultados de una encuesta del INEC, el 80% de las mujeres azuayas han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

Por eso se habilitó un espacio abierto durante casi dos horas para que todas las mujeres se sientan libres de expresarse.

El 80% de las mujeres azuayas han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

 

Detrás del micrófono está una mujer de blusa blanca y pollera roja. Sus dos trenzas resaltan la elegancia de su traje. Con la distinción que escolta su figura,  Teresa  Guachún, concejala del cantón Paute, es la primera en intervenir: ‘‘La creación de estos espacios son necesarios para la ciudadanía. Ya no queremos más muertes, no más patriarcado. Mi deseo este día es que se cumplan nuestros derechos como mujeres’’.

Los estudiantes universitarios también están presentes. Mujeres de todas las universidades y profesiones se acercan a los megáfonos. Tal es el caso de Camila Conde, vicepresidenta de la Federación de Estudiantes ( UDAFE ). Ella dice que se identifica con la lucha de las mujeres y está convencida de que se debe ocupar las áreas públicas para luchar por los derechos de todas.

En principio se había previsto caminar por las cuatro calles que rodean al parque, pero prefieren quedarse para escuchar a sus compañeras. Algunas visten de negro, otras de morado. Con el cabello suelto o recogido con un pañuelo. Con la cara tapada o descubierta y los pómulos ataviados con brillantina se congregan detrás de tambores y telas de colores.

Ya no queremos más muertes, no más patriarcado. Mi deseo este día es que se cumplan nuestros derechos como mujeres’’.

De pronto, un estruendo. El grupo ‘‘Scooteras Cuenca ’’ junto al ‘‘07 MotoClub’’ irrumpe en toda la vía con sus bocinas de motoneta y pañuelos violeta que cuelgan de sus cuellos.

‘‘Algunas ya somos feministas y estamos al tanto de este tipo de encuentros. Varios colectivos también se comunicaron para asistir’’, comenta Andrea Murillo, presidenta del “07 MotoClub”.

“Ni una menos” es una consigna que dio nombre a un movimiento feminista surgido en Argentina en el 2015. Esta frase se usa en forma de protesta para oponerse a la violencia machista y su consecuencia más visible: el femicidio.

Un mes después, el lema llegó a Cuenca en una marcha convocada el 30 de julio de 2015. Han pasado casi cinco años y desde entonces las mujeres se reúnen en el Parque Calderón para gritar desde una sola voz las frases que se escuchan cada vez con más fuerza.

‘‘Ni una menos, vivas y libres nos queremos’’; ‘‘somos el corazón, el grito y la voz de las que ya no están’’; ‘‘existo porque resisto’’,  son algunos de los mensajes que se oyen en la mañana del 8 de marzo no como un pedido o como un ruego, sino como una causa armada para exigir el fin de la violencia contra la mujer.

El sol de mediodía no es impedimento para que la ciudadanía -especialmente mujeres- siga llegando y divida el plantón en dos partes. Algunas se concentran en la manifestación y otras se reúnen en círculos dispuestas a que las integrantes de “Femininjas’’ dibujen en sus rostros un 8M con brillantina.‘‘Ni una menos, vivas y libres nos queremos’’

‘‘Las marchas del 8 de marzo tienen como punto central recordar la memoria histórica de las mujeres que pelearon por los derechos que hoy gozamos’’,

Liz Zhingri, coordinadora del colectivo “Femininjas”.

El plantón, que convoca a mujeres de todas las banderas e ideologías, incluso a las que no se identifican como militantes feministas, termina a la una de la tarde con el himno ‘‘El violador eres tú’’, que nace a finales de noviembre de 2019 en Chile y fue creado por el movimiento ‘‘Lastesis’’.

El estribillo «y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía», ha cruzado las barreras latinas y el pasado domingo miles de mujeres lo corearon en varios países e idiomas. (C)

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