La falta de oportunidades para mostrarse en el balompié profesional llevó a Bryam Criollo a deslindarse del Deportivo Cuenca. Este año jugará en Segunda Categoría, después tiene planificado viajar a Estados Unidos para enrolarse a un club de Cuarta Categoría. “Como digo, nadie es profeta en su propia tierra. Veo más oportunidad allá y quiero ir a probar”.
Bryam, hijo de Jorge Criollo -campeón en los X Juegos Bolivarianos de 1985-, jugó en el Expreso Austral desde la categoría Sub 12. Por sus condiciones debutó a los 15 en Reserva. Pese a ser volante armador, siempre se destacó también por su cuota de gol, incluso en los torneos estudiantiles en representación De La Salle.
Una de sus mejores campañas fue en 2016. Marcó 16 goles en 27 partidos en el Campeonato Nacional U16. “Mi padre me dice que esté tranquilo, que estoy joven y tengo un camino largo… En Estados Unidos tengo familia, mi aspiración es mostrarme, voy a ver también si estudio o veo algún trabajo”.
Recuerda que hace seis años cuando formó parte de la Selección del Azuay tuvo el chance de ir a Liga de Quito. La oportunidad se presentó otra vez en el mismo club hace dos años por invitación de Miguel Bravo, exjugador del Cuenca. Asegura que Perdomo Véliz también le llamó para que forme parte de El Nacional. “Por querer jugar en el Cuenca no se dio mi salida… ahora me arrepiento”, dice Bryam, de 19 años.
En 2017, el club anunció su nombre entre los juveniles que pasaban a entrenar en el primer plantel. “Sangre cuencana en el #DCuenca2017. Los juveniles: Mateo Piedra, Isaac Cabrera, Kevin Jiménez, Xavier Armijos y Bryam Criollo entrenan con 1ra”, fue el comunicado del club, entonces dirigido por Gabriel Schürrer.
Antes, Álex Aguinaga y Gabriel Cosenza (+) le habían abierto las puertas. “Todo jugador algún momento debe tener su oportunidad en el ruedo dentro de la cancha, lastimosamente a mí nunca se me dio”. (BST)-(D)