El Ministerio de Educación, de conformidad con lo que establece el Código de la Niñez y la Adolescencia y la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), garantiza el desarrollo holístico e integral de niños, niñas y adolescentes, fortaleciendo el respeto, la equidad de género, la justicia, la solidaridad y la paz.
Dentro de los derechos constitucionales se encuentra el derecho a vivir una vida libre de violencia y, las instituciones estatales encargadas de velar por el cumplimiento de este derecho deben garantizar la seguridad, la protección y la salud pública. Para ello, las normas, estructuras y prácticas de intervención y prestación de servicios deben realizarse de forma oportuna, eficiente y articulada.
En este sentido, esta cartera de Estado, comprometida con la Cero Tolerancia ante cualquier situación de violencia, promueve el Protocolo de actuación frente a situaciones de violencia en el contexto de la Declaración de Emergencia Sanitaria. El documento contiene importantes aportes ante situaciones de violencia sexual y enfatiza en la corresponsabilidad en la prevención de esta, así como en la obligación de denunciar para garantizar la protección de niños, niñas y adolescentes.
Entre sus aportes señala que “las víctimas de violencia sexual pueden sufrir consecuencias en los distintos ámbitos de su vida. Estos daños pueden influir en sus estudios, en su relación familiar, en su relación con otras personas y en otros aspectos de sus vidas”. Así mismo, el protocolo recalca que “este daño puede reflejarse en: tristeza, baja autoestima, depresión, ausencia de habilidades para el control de la ira, comportamiento autodestructivo y violento e incluso suicida, dificultad de conexión afectiva, dificultad de aprendizaje, bajo crecimiento, rechazo a las reglas o normas. Las víctimas pueden contraer infecciones de transmisión sexual, quedar embarazadas o vulnerables al consumo de alcohol, cigarrillos y otras drogas”.
En el protocolo, además, se sugieren pautas para acompañar y atender a víctimas de violencia como:
- Ayúdales a expresar sus emociones, los niños, las niñas y adolescentes pueden expresar su malestar de distintas formas: nerviosismo, rabietas, pesadillas, cambios de humor.
- No les culpes, ni les retes por lo sucedido.
- Permite que digan lo que sucedió o que lloren, sin interrumpir o hacer que se callen.
- Cree en tu hijo o hija, familiar, amiga, amigo cuando te cuenten que han vivido algún tipo de violencia, el creer en su palabra te permitirá actuar para reducir riesgos y proteger a niñas, niños y adolescentes.
- En el estado de emergencia en el que nos encontramos es importante considerar que, la información que te confían tus hijos, hijas u otras personas, debe comunicarse a las instancias competentes para que les guíen y ayuden (llamar inmediatamente al 9-1-1 o 1800 DELITOS).
- Todo acto de violencia y/o violencia sexual, debe ser denunciado a las autoridades competentes.