Frente a las poderosas medidas económicas contra el COVID-19 de EE.UU., cuyo Congreso aprobó un paquete de estímulo de unos 2,2 billones de dólares, los Gobiernos de Latinoamérica han puesto en marcha varias iniciativas más humildes que buscan contrarrestar los efectos de la pandemia en el bolsillo del consumidor, en las empresas y en el conjunto de unas sociedades ya de por sí bastante castigadas.
Bajar las tasas de interés, flexibilizar créditos o controlar los precios son algunas de las medidas que han aplicado los países de Latinoamérica y el Caribe en su batalla económica contra el coronavirus; sin embargo, los principales mercados regionales, Brasil y México, no han tomado acciones decisivas y suficientes, según expertos.
Pese a ello y ante la difícil situación adelantada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) que advierten que la recesión mundial que se avecina podría ser peor que la pasada, los bancos centrales latinoamericanos han tomado ya las primeras iniciativas siguiendo los pasos de la Reserva Federal de EE.UU..
TIPOS A LA BAJA
El Banco Central en Brasil, que redujo a cero la proyección de crecimiento para 2020, bajó medio punto porcentual la tasa básica de interés que se sitúa ahora en el 3,75 %, la menor en su historia, en un nuevo intento por estimular la anémica economía del país suramericano.
Siguiendo esta estrategia, el Banco de México adelantó una baja de la tasa de interés de 50 puntos base hasta el 6,50 %, una decisión que se debía dar inicialmente el 26 de marzo y con lo que pretende dar liquidez al mercado.
El Banco Central de Chile también anunció una histórica bajada de los tipos de interés del 1,75 % al 1 % por la crisis, el recorte más grande en una década, en tanto el Banco Central de Reserva de Perú redujo en 100 puntos básicos la tasa de interés de referencia, de 2,25 % a 1,25 % e inyectó 114 millones de dólares al sistema financiero.
Por su parte, el Banco Central de República Dominicana anunció que los tipos de interés bajarán de 4,50 % a 3,50 % anual y se reducirán otras tasas bancarias para inyectar liquidez en el mercado.
CRÉDITOS Y SALVAMENTO A EMPRESAS
En Argentina, que de por sí arrastraba el peso de la recesión, las entidades financieras que operan en el país podrán ofrecer líneas especiales de crédito a micro, pequeñas y medianas empresas a una tasa de interés anual máxima del 24 %.
El Banco de la República Oriental del Uruguay dispondrá de una línea de crédito de 50 millones de dólares para todas las empresas con énfasis en la asistencia a las pequeñas y medianas firmas.
En Paraguay, el Senado avaló el plan de contingencia presentado por el Ejecutivo, al que faculta para endeudarse hasta por 1.600 millones de dólares para reforzar la lucha contra el coronavirus y socorrer los sectores productivos.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) desembolsará 90 millones de dólares a la banca estatal costarricense que se dirigirán al apoyo de sectores productivos afectados por la pandemia.
CONTROL DE PRECIOS
“A nivel general los Gobiernos están desarrollando medidas como control de precios a determinados bienes de la canasta familiar y productos que están siendo acaparados y propensos a especulación”, explica la firma de análisis de mercado RADDAR en un informe compartido a Efe en Colombia.
Agrega que “en países como Ecuador se han prohibido las exportaciones de estos bienes para evitar el desabastecimiento y en otros como Honduras se ha llegado a congelar los precios de la canasta básica”, explica.
Argentina también ha optado por el congelamiento de precios de los productos de alimentación básicos con el fin de “garantizar la producción, el trabajo y el abastecimiento”, según el reporte.
SUSPENSIÓN DEL PAGO DE SERVICIOS PÚBLICOS
Ante la coyuntura actual se han adoptado otras medidas como “no suspender, reconectar e incluso no realizar el cobro sobre servicios públicos mientras se mantenga la contingencia”, destaca el informe.
Colombia, por ejemplo, ordenó devolver el servicio de agua potable a un millón de personas que lo tenían desconectado por falta de pago, para que puedan lavarse las manos constantemente para prevenir el contagio del COVID-19.
También se congelará la tarifa del agua “durante la emergencia sanitaria” y “se acelerará el esquema de devolución del IVA a las familias más vulnerables” que debía comenzar en enero de 2021 con un programa piloto para 100.000 familias.
De abril a junio el Gobierno interino de Bolivia asumirá el consumo de electricidad en los hogares hasta cierta cantidad en la factura mensual, además de la mitad del gasto en agua.
El Congreso de El Salvador también dio luz verde a la solicitud del Gobierno de diferir a los salvadoreños el pago de los servicios de agua, energía y telecomunicaciones de los meses marzo, abril y mayo de 2020.
RETRASO EN EL PAGO DE IMPUESTOS
Otros países de la zona también “han optado por posponer el pago de impuestos tanto a las empresas como a las personas con excepción de países como Venezuela”.
En Perú se tomarán medidas como la prórroga en la presentación del impuesto a la renta y el fraccionamiento de deudas tributarias, mientras que el Parlamento de Panamá aprobó extender hasta junio próximo una amnistía tributaria, en principio vigente entre octubre y febrero pasados, con la que el Gobierno espera recaudar 140 millones de dólares.
Una medida similar se tomó en Costa Rica, en donde el Congreso aprobó una ley que establece una moratoria por tres meses al pago de diversos impuestos con el fin de atenuar los efectos económicos que está causando el coronavirus.
AYUDAS DIRECTAS A DESFAVORECIDOS
Otros países, han implementado “apoyos económicos a través de bonos a familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad, desempleo, aquellas que se conformen de niños y adultos mayores, con pobreza o en pobreza extrema o que se encuentren en la economía informal”.
La presidenta interina boliviana, Jeanine Áñez , anunció nuevas ayudas sociales ante la situación en el país como una canasta familiar gratuita para 1,6 millones de familias, mientras que en Puerto Rico se mantendrá el pago de los salarios de los funcionarios públicos del Gobierno, cerca de 134.000 personas, a pesar de que no pueden asistir a sus puestos de trabajo.
En Perú, unas 3,5 millones de familias recibirán un bono especial de 380 soles (unos 108 dólares) para afrontar la cuarentena. De otra parte, se evalúa una propuesta para que los trabajadores formales puedan retirar hasta 2.400 soles (unos 685 dólares) de su Compensación por Tiempo de Servicios (CTS).
PEDIDOS, SILENCIO Y POLÉMICAS
El Gobierno de Nicolás Maduro solicitó 5.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para atender la pandemia de coronavirus que ya llegó a Venezuela, no obstante un portavoz de la entidad dijo que no están en “condiciones de considerar esa solicitud”.
Por otro lado, el Gobierno mexicano no ha anunciado medidas de gran alcance en el plano económico, algo que el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, volvió a pedir esta semana.
En Brasil tampoco han parado las polémicas por cuenta de las ocurrencias del mandatario Jair Bolsonaro, quien determinó revocar una medida que permitía la suspensión de los contratos de trabajo y salarios por cuatro meses con la que esperaba mitigar los impactos de la pandemia del coronavirus en la economía del país pero que generó una lluvia de críticas.
No obstante, Bolsonaro anunció este viernes el lanzamiento de una línea de crédito de emergencia para pequeñas y medianas empresas (pymes) por un valor total de 40.000 millones de reales (unos 8.000 millones de dólares) para el pago de los sueldos de los trabajadores durante dos meses. EFE