La Intendencia de Policía del Azuay clausuró de forma definitiva un local que expendía licor sin registro sanitario, en el sector Feria Libre de Cuenca. El operativo se cumplió la mañana de ayer. El intendente Jorge Cabrera verificó que al interior del local habían personas consumiendo bebidas alcohólicas. La cantina quedó con los sellos de clausura.
El control se cumplió en medio de la emergencia sanitaria, donde entre las restricciones está prohibido el funcionamiento de bares, discotecas, centros de tolerancia y otros locales de diversión. La finalidad es que los ciudadanos permanezcan en sus domicilios y se disminuya la posibilidad del contagios del COVID-19.
En la Feria Libre, la venta de licor sin registro sanitario es una arraigada problemáticas de salud pública; por años, la bebida ha sido expendida por dosis, es decir, desde pequeñas cantidades en botellas desechables, hasta cantidades considerables.
Algunos que padecen del alcoholismo, a pesar de la actual emergencia sanitaria, perduran ebrios en las aceras. Las instituciones de control mantiene los operativos.
Quienes se dedican a la venta de licor sin registro sanitario, en los alrededores del mercado El Arenal, -a lo largo de los años- han empleado varias formas para camuflar la bebida y evadir los controles.
La Intendencia de Policía ha clausurado varios locales donde ha verificado instalaciones en paredes con doble fondo, tuberías, mangueras y recipientes.
Hay inmuebles particulares que son utilizados como bodegas de la bebida artesanal. (KOQ)-(I)
La situación no cambia
El pasado 4 de marzo (antes de la emergencia sanitaria), en el mercado El Arenal, hubo un operativo conjunto de instituciones de control; el resultado fue el decomiso de aproximadamente 100 litros de licor sin registro sanitario. Lo curioso es que la bebida estaba oculta en puestos de comerciantes que aparentemente ofertan papas, cebollas, tomates y otra mercadería.
Los uniformados de la Guardia Ciudadana y de la Policía Nacional al inspeccionar la mercadería encontraron numerosas botellas descartables que contenían el licor, listo para ser vendido -en dosis- a las personas que padecen del alcoholismo. La autoridad sostuvo que la bebida también se utilizaba para «remunerar» a ciertos estibadores que laboran a cambio del alcohol. (I)
–
Las autoridades recuerdan a los ciudadanos permanecer en sus domicilios como medida de prevención ante el contagio del COVID-19.