El estado de Nueva York, el epicentro del COVID-19 en Estados Unidos y a nivel mundial, anunció este domingo que el coronavirus ha causado 4.159 muertes y 122.031 contagios, mientras las autoridades advertían de que esta semana el país vivirá un «momento como el de Pearl Harbor, como el del 11-S».
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que el sábado aseguraba que el pico de contagios en Nueva York llegaría en los próximos siete días, declaró que el estado podría haber llegado ya al momento más elevado de los contagios, aunque advirtió de que en vez de una reducción de las muertes y los casos, lo que se podría producir es una «plataforma» con un periodo registrándose cifras elevadas de muertos.
«Estamos viendo la evolución de esta historia, estamos viendo el desarrollo de la narración. Todos estamos viendo una película, todos estamos esperando a ver la siguiente escena porque según se desarrolla la película se empieza a entender la historia cada vez mejor», dijo Cuomo para referirse a que se necesita que pasen varios días para saber en qué momento se encuentra la expansión de la pandemia, que en el país ha causado más de 9.000 muertes, según el propio gobernador.
UNA LLAMADA A LA COORDINACIÓN A NIVEL NACIONAL
En su rueda de prensa diaria, Cuomo recordó que todos los hospitales y redes sanitarias públicas y privadas de la región que gobierna trabajaban ahora de manera conjunta, para repartir suministros y recursos y enviar enfermos de unos centros a otros para aliviar la presión en las zonas más afectadas, y pidió a las autoridades federales que hicieran lo mismo a nivel nacional.
«Todo el mundo habla de las reservas (médicas) del Gobierno federal, pero no hay suficiente en las reservas federales para ayudar a Nueva York y a Ilinois y Texas, y Florida y California… Simplemente no es una opción. La única opción que veo es un despliegue nacional -todo el mundo dice que estamos en tiempos de guerra, estamos en guerra y el virus es el enemigo-» dijo Cuomo.
El gobernador, que agradeció al estado de Oregón el envío de 140 ventiladores, pidió que se ayudara hoy a Nueva York para enviar recursos después al lugar más afectado por la pandemia.
«Lo mismo que estamos haciendo en Nueva York en un microcosmos, cambiando recursos del Bronx a Queens o a Nassau hay que mover los recursos nacionales», subrayó.
UN MOMENTO COMO EL DE PEARL HARBOR, COMO EL DEL 11-S
Mientras tanto, desde Washington, el director general de salud pública del Gobierno estadounidense, Jerome Adams, aseguró en una entrevista a la cadena de televisión Fox News que esta «va a ser la semana más dura y triste de las vidas de la mayoría de los estadounidenses».
«Este va a ser nuestro momento (similar al) de Pearl Harbor, al del 11-S, solo que no va a estar concentrado en un mismo sitio. Va a ocurrir por todo el país», agregó.
El número de casos confirmados en Estados Unidos supera los 318.000 y el de muertos los 9.000, con Nueva York a la cabeza (con 122.031 contagiados y 4.159 muertos), seguido de Nueva Jersey (34.124 contagiados y 847 muertes), Michigan (14.225 contagiados y 540 muertos), California (13.796 contagiados y 323 muertos) y Louisiana (12.496 contagiados y 412 muertos), según los datos aportados por Cuomo.
El principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, dijo por su parte a la cadena CBS News que la próxima «va a ser una mala semana», pero confió en que «en el plazo de una semana, quizá un poco más, se empiece a ver un aplanamiento de la curva y un descenso».
Fauci matizó que no se puede decir que EE.UU. tenga la crisis «bajo control, porque eso sería una declaración falsa», pero opinó que las medidas para contener los contagios, con más del 90 % de la población bajo órdenes de quedarse en casa, «están funcionando claramente».
Menos prudente se mostró el presidente de EE.UU., Donald Trump, que en una rueda de prensa a última hora de la tarde volvió a expresar su voluntad de que el país vuelva a la normalidad cuanto antes y aseguró que ya ve «la luz al final del túnel».
La doctora Deborah Birx, que coordina el grupo de trabajo para el coronavirus, dijo que el descenso en el número de casos diarios confirmados en Italia y España le «da esperanza sobre lo que podría ser el futuro» de EE.UU., que va «unos 12 días» por detrás de la trayectoria de esos países.
Trump explicó que para el martes habrán llegado unos 3.000 militares médicos y enfermeras a Nueva York y sus alrededores, y que se está acelerando el envío de respiradores a Nueva Jersey, Illinois o Luisiana.
DESBORDE DE LOS DEPARTAMENTOS DE TRABAJO
La oleada de despidos aparejados al parón económico causado por la expansión del coronavirus y que en las últimas dos semanas ha dejado en paro a casi 10 millones de personas ha provocado que se desborden los departamentos de Trabajo de varios estados, como Nueva York y Nueva Jersey.
En Nueva York, ante la avalancha de solicitudes para recibir la ayuda por desempleo, el departamento ha reforzado su plantilla y ha reestructurado los horarios de atención de las llamadas por apellidos y días de la semana.
«Estamos haciendo todo lo posible para abordar el aumento de llamadas y el volumen web», asegura en su perfil de Facebook el departamento de trabajo neoyorquino.
El director de presupuestos del estado Robert Mujica aseguraba esta semana que en una semana habitual se recibían en torno a 50.000 llamadas, pero que la última semana de marzo se recibieron 7,8 millones de llamadas.
Para hacer frente a este aluvión, el departamento ha aumentado el ancho de banda de su conexión a internet y el horario de atención, y ha contratado a 65 personas para que se sumen a las 700 que atienden las llamadas de los que han perdido su trabajo. EFE