Alberto Acosta: “En la crisis se perderán 500.000 empleos”

ENTREVISTA│

¿Cuál es el análisis sobre las leyes planteadas por el Gobierno para afrontar la crisis económica, resultado de la emergencia sanitaria?

Creo que hay cosas buenas y malas, por el lado positivo estas leyes permiten al sector productivo llegar a acuerdos. Nos brindan alternativas como ponerse de acuerdo en los nuevos esquemas de pago con todo tipo de acreedores como financieros, proveedores, trabajadores, además de llegar a nuevos acuerdos en los horarios y sueldos por un tiempo temporal durante la emergencia.

La preocupación viene desde el lado de las contribuciones, pues nuevamente el mal manejo fiscal lleva a que los ciudadanos financiemos el mal manejo público. En este momento se plantean contribuciones para las empresas, contribuciones para las personas que lo que van a hacer es ahondar la crisis que estamos viviendo. Vamos a generar iliquidez en los ciudadanos que van a tener menos recursos para poder consumir.

¿Cuántos recursos requiere el Estado para la crisis económica?

Hay distintos estimados, depende a que nivel se quiera manejar, pero lo que si hay que tener claro que lamentablemente el Ecuador no puede hacer lo que están realizando los otros países del mundo, pues los países que manejaron bien sus finanzas cuentan con recursos para hacer transferencias a los ciudadanos para que puedan seguir consumiendo.
Han apoyado a las empresas a sostener sus nóminas para que no sigan despidiendo personal. En este momento el Ecuador es el único país junto con Hungría que hace lo contrario, que dice yo vivo una emergencia yo cobro impuestos porque necesito plata para ayudarles a ustedes.

Los otros países del mundo reducen impuestos, ayudan a las empresas a pagar sus nóminas, a sostener el aparato productivo, y a las familias en su consumo. Lamentablemente el Ecuador no lo puede hacer, porque no podemos olvidar que se arrastraba antes que llegue el coronavirus, un Estado quebrado por un mal manejo de las finanzas públicas durante los últimos 15 años.

¿Qué riesgos corre el país con esta iliquidez?

El problema de iliquidez que vivimos no es por la falta de dólares, sino es un problema productivo, pues se rompe la cadena de pagos, entonces quienes tienen que pagar sus facturas no lo pueden hacer, no pueden pagar a sus proveedores, y a su vez estos a sus proveedores, es una cadena de iliquidez no provocada por un fenómeno monetario.

El riesgo de la ruptura de la cadena de pago es que no todos los productores van a sobrevivir; y por el lado de los ciudadanos, muchos ya no tienen capacidad de diferibles.
El riesgo es el quiebre de empresas, tentativa de destrucción de empleo que ya lo estamos viviendo ya que este es el inicio. Estimo que durante esta crisis del coronavirus se genere una destrucción original de unos 500.000 empleos.

¿Creé que muchas actividades tendrán que reinventarse?

Definitivamente muchísimas tendrán que hacerlo, ya que se calcula que en unos 18 a 24 meses existirá una vacuna y podremos retomar ciertas actividades, pero es mucho tiempo y hasta que eso pase ya algunas empresas lo están haciendo con el trabajo a domicilio y demás, pero hay otras actividades que productivamente van a desaparecer porque ya la gente se acostumbra a trabajar de una manera distinta.

En el corto plazo vamos a tener que adaptarnos a producir al máximo entre cuarentenas porque no será la única que viviremos se darán muchas más, y eso implica mucha flexibilidad para trabajar. Todos van a tener que buscar como satisfacer los nuevos deseos de los consumidores. El coronavirus va a cambiar de manera definitiva muchos hábitos, va a introducir de manera fuerte los servicios a domicilio; la gente poco a poco irá hacia el comercio en línea. El coronavirus será un punto de quiebre en el gusto de los consumidores.

¿El Gobierno ha sido claro con las leyes, pero que otras medidas se podían tomar?

El Gobierno que lleva cuatro años ha fallado y no logra priorizar el gasto público, los gastos siguen fluyendo hacia actividades que no le dan un servicio al ciudadano. La gran tarea de este y el próximo Gobierno será recomponer y priorizar ese gasto público, dejar de gastar en lo que no sirve al ciudadano y en burocracia, tiene que liberar recursos para destinarlos a cosas que si le dan servicio al ciudadano.

¿Se menciona sobre reabrir la economía, lo que está en potestad de los alcaldes, creé que es el momento de hacerlo o cuándo?

Aquí tenemos que estar claros, esta lucha contra el coronavirus, según los epidemiólogos, no es una carrera de velocidad, es una carrera de resistencia. Entonces, hay que generar acciones para un equilibrio entre controlar el número de casos de infecciones y permitir la actividad económica para que la gente pueda sostenerse.
Las autoridades municipales tienen que administrar adecuadamente un cierto nivel de apertura que permita actividad productiva segura, pero no igual que antes porque no vamos ha volver a la normalidad que conocíamos.

¿Los bancos y cooperativas están en la capacidad de abastecer de créditos, y se debería dar espacio a los bancos internacionales?

Lamentablemente no están en la capacidad, por ejemplo en marzo el 70% de los pagos de los créditos que se tenían que hacer al sistema financiero, no se pagaron porque las empresas y personas no tenían dinero, y con la refinanciación que hicieron van a recuperar más lento los recursos.
Es el momento, y siempre lo fue de permitir el ingreso de la banca internacional, eso fue la gran tarea junto a eliminar el Banco Central que nos olvidamos cuando se implementó la dolarización. Tenemos que estar enlazados al flujo de capital internacional. (BPR)-(I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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