36 comercios abrieron sus puertas en Cuenca

John Machado

Un total de 36 comercios abrieron ayer sus puertas en Cuenca a través del protocolo gestionado por la Cámara de Comercio, 50 más han presentado su protocolo y unos 1.800 pueden acogerse a esta herramienta para reabrir las puertas.

Así lo confirmó el presidente ejecutivo de la Cámara, Jaime Moreno, quien detalló que de momento solo los socios de este gremio que hayan presentado su protocolo pueden abrir, ya que la institución sirve como garante de cumplimiento de las medidas biosanitarias.

 



 

El protocolo de los socios podrá ser empleado por otros negocios cuando el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal apruebe el paso de rojo a amarillo en el semáforo de restricciones.

El protocolo incluye, entre otras cosas, la toma de temperatura de clientes y empleados, el distanciamiento social, ventilación de espacios, prohibición de compartir materiales de trabajo, la desinfección permanente de calzado y ropa, así como el uso de equipos de protección.

El Municipio de Cuenca será el encargado de hacer inspecciones para verificar el cumplimiento de los protocolos, una acción que se hará en conjunto con la Cámara de Comercio, indicó Moreno.

Otro de los sectores que se suma a la redacción de protocolos para reactivarse en es el turístico, que la mañana de ayer firmó un convenio con el Municipio de Cuenca para un retorno ordenado.

Representantes de la Asociación de Bares y Discotecas, Asociación Hotelera y la Cámara de Turismo del Azuay, firmaron el acuerdo que será enviado al COE nacional para que valide su aplicación.

Mientras el visto bueno llegue, las actividades turísticas siguen suspendidas y pueden ser clausuradas por el Ministerio de Turismo, Agencia de Regulación y Control Sanitario (ARCSA) y el Ministerio de Trabajo si abren sus puertas anticipadamente.

De acuerdo con el representante hotelero, Juan Pablo Vanegas, el sector está funcionando al 5 % de su capacidad, lo que no le permite mantener su economía a flote.

A estos sectores se suman la construcción, las mecánicas, el parque industrial y los talleres artesanales que reiniciaron actividades en las dos últimas semanas, sin que esto haya significado, de momento, brotes del virus en alguno de los sectores.

Empleo

No solo los sectores productivos autorizados por el COE Cantonal han vuelto a abrir sus puertas. La mañana de ayer en zonas como el Centro Histórico y la Avenida de las Américas negocios de todo tipo abrieron sus puertas por la necesidad de generar recursos.

«La desesperación del sector productivo no es infundada ya que, según la propia Cámara de Comercio, en la ciudad se ha perdido unos 6.000 empleos en lo que va de la cuarentena, esto ante la falta de fuentes de ingresos».

Solo ayer unos 730 empleados fueron desvinculados de 2 empresas de la ciudad que han visto una caída en la venta de sus productos por el encierro obligatorio y la imposibilidad de abrir almacenes propios o cadenas de distribución.

Manuel Grijalva es uno de los que engrosa la lista de despidos. Él comenta que la crisis económica que conlleva el encierro ha afectado también un negocio de venta de ropa que administraba su esposa y que está a punto de la quiebra.

«Estoy acumulando deudas, ahora me quedo sin trabajo y con el negocio al borde de la quiebra. No sabemos que vamos a a hacer, no queremos ayuda, solo queremos que nos dejen trabajar” afirma.

El viernes de esta semana el COE Cantonal se volverá a reunir para debatir si la ciudad pasa al semáforo amarillo o se queda en rojo, esto con base en un informe en el que se analizan temas de salud y el comportamiento de la ciudadanía.

En este último punto, ayer en la ciudad se registró un alto número de vehículos, gran flujo de personas en la calle y la apertura de negocios cuyos dueños se arriesgan a una sanción en el afán de llevar el pan a la mesa de sus casas. (JMM) (I)

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