El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este miércoles con una subida del 2,63 % hasta los 32,80 dólares el barril, un aumento motivado por la confianza de los mercados en que la demanda se recupere por las reaperturas económicas y por la caída en los inventarios de crudo en Estados Unidos.
A las 9.15 hora local de Nueva York (13.15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en julio, el nuevo mes de referencia, sumaban 0,84 dólares con respecto a la sesión previa del martes, cuando el Texas avanzó un 2,14 %.
Los precios del petróleo subían aupados principalmente por la publicación de los datos del Instituto Estadounidense del Petróleo (API por sus siglas en inglés), que reflejan una caída en los inventarios de 4,8 millones de barriles, hasta un total de 521,3 millones, durante la semana del 15 de mayo.
Las estadísticas del API también muestran un aumento de la actividad en refinerías y un descenso en los inventarios de gasolina, señal de que la producción de combustible ha aumentado a medida que se recupera el tráfico de vehículos.
Los analistas apuntan a las reaperturas económicas y el alivio de las medidas de confinamiento para contener el virus en la mayor parte de los estados, especialmente en Nueva York y California, dos de los principales motores económicos del país.
En las últimas semanas, el mercado petrolero ha recibido buenas noticias tras el anuncio de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de ampliar sus recortes previstos para junio y el acuerdo entre Arabia Saudí y Rusia de apoyar la estabilidad de los mercados energéticos a nivel mundial, tras haber protagonizado una guerra de precios sin precedentes durante marzo.
Ahora, cuando se cumple un mes de la cotización en negativo por primera vez en la historia del barril de WTI y con el problema de almacenaje prácticamente solventado, algunos expertos pronostican que los precios del crudo se mantendrán estables entre los 30 y los 35 dólares, una horquilla «cómoda» para los productores que se mantendrá hasta que surja un nuevo catalizador que empuje o haga retroceder los precios. EFE