Ecuador sumó en las últimas 24 horas 500 contagios y doce muertos, según el último informe sobre la situación de la pandemia del COVID-19 en el país, difundido este domingo por el Ministerio de Salud Pública.
De acuerdo al registro, el número de casos confirmados de coronavirus ascendió ayer a 36.756 mientras que el número de muertos a 3.108, aunque en el rubro de «fallecidos probables» por COVID-19 se ubican 1.929 casos.
La provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, sigue como la más afectada en el país con 13.787 casos positivos para la enfermedad y 1.362 muertos, está última cifra sin variación respecto al registro de la víspera.
A Guayas le sigue, según el número de contagios, la provincia de Pichincha, cuya capital es Quito, con 3.405 casos positivos y 256 fallecidos, cuatro muertos más que el sábado.
Manabí se ubica en un tercer lugar de acuerdo al número de contagios, con 1.895, pero supera a Pichincha en el número de fallecidos con 375, según la estadística del Ministerio de Salud.
El país se encuentra en un proceso de cambio en cuanto a las fases de la estrategia gubernamental para afrontar la expansión del contagio del COVID-19 en el país, mediante un sistema de «semáforo» epidemiológico que regula el paso del aislamiento social (cuarentena) al distanciamiento físico.
Según las autoridades, de momento hay una quincena de municipios, de los 221 que integran el país, que han pasado del «rojo» al «amarillo» en el sistema de «semáforo», y sólo uno al «verde».
Sin embargo, otros 35 ayuntamientos ya han manifestado su intención de ir al amarillo, mientras lo demás sopesan ese paso mediante un análisis pormenorizado del número de casos, la capacidad de atención sanitaria instalada en cada jurisdicción y el apoyo de la ciudadanía a las normas de protección sanitaria.
De su lado, el Gobierno, que alienta a una pronta reanudación de las actividades laborales, ha autorizado la apertura regulada de templos e iglesias en los municipios que pasen a «amarillo».
Asimismo, ha anunciado que autorizará la reanudación de las actividades aeroportuarias, en un 30 por ciento de los vuelos habituales para pasajeros, a partir del 1 de junio. EFE