EDITORIAL|
El presidente de la República dentro del mensaje presentado a la Asamblea señaló que las prioridades en el año que le resta de gobierno serán” preservar la salud de todos, asegurar la supervivencia de quienes no tienen ni siquiera alimentación, reactivar la economía para proteger el empleo y cuidar a toda costa la dolarización”. Fue sin lugar a dudas la parte nuclear del mensaje, pues si bien otras partes de su intervención recibieron mucha cobertura, fueron temas coyunturales. Si el régimen se centra en estos cuatro temas- como lo ha prometido- mostrará que tiene claro lo que el país requiere pues sin lugar a dudas se trata de los puntos vitales para el futuro inmediato.
Una de las lecciones que la humanidad está sacando de la pandemia es que los gobiernos no han invertido lo necesario para preservar la salud de la gente. El gasto dispendioso en otros campos resulta hoy con la perspectiva de los hechos un crimen que no puede volver a repetirse. Y deja la esperanza de que los países rectifiquen, asignando los fondos y la atención necesaria a campos vitales como la salud. No se trata solamente de la coyuntura actual de una pandemia que tiene a todo el mundo en peligro. Se trata de que, pasados estos momentos- cuando llegue la vacuna- las asignaciones para la salud pública posibiliten tener un sistema sólido y confiable, cosa que hoy no sucede.
La salud es hoy el tema primordial, no cabe duda y allá deben enfocarse todos los recursos posibles. La alimentación de los grupos vulnerables, especialmente de los más pobres y los que están quedando sin trabajo, es igualmente prioridad. Y, no solamente proteger sino fomentar la creación de más fuentes de empleo, así como mantener la dolarización son los pilares para la reactivación que, mientras más pronto llegue, mejor. Junto a las palabras deben venir los hechos. Y para ello es fundamental que queden claras las reglas del juego en el tema laboral, cosa que sigue postergándose.