OPINIÓN|
Llego el día en el que, por la nueva política de Estado, se nos comienza a permitir la opción de gozar de algo más de libertad en nuestros actos, partiendo desde el hecho de que se faculta la posibilidad de podernos sentir algo más libres al contar con unas pocas horas adicionales de circulación en la ciudad; mas sin embargo, junto con estas medidas vienen acompañadas de la mano otras condiciones que valen la pena revisar, concientizarnos y adaptarlas a esta nueva realidad a la que nos enfrentamos.
Hay circunstancias tan específicas que se deben tener presentes al momento en el que nos sentamos frente a nuestras condiciones que, bajo ningún concepto podríamos permitirnos que estas nuevas opciones de circulación se conviertan en la puerta de entrada de las enfermedades de nuestras familias. Es muy cierto, todos estamos ansiosos de reencontrarnos con nuestras familias, de abrazar a nuestros allegados, de vernos directamente a los ojos con nuestras amistades, o de simplemente salir a disfrutar de un café en un algún lugar de nuestro agrado más, lo que jamás podremos dar por sentado es que el famoso virus desapareció de nuestro entorno con tan solo una firma en un papel emitido por el Gobierno Nacional.
Caminemos juntos por estos nuevos caminos a los que nos llevaron las circunstancias mundiales, pero hagámosle con total conciencia de que las cosas jamás volverán a ser iguales a las que conocimos al inicio del veinte – veinte, seamos muy cuidadosos con nuestras decisiones y con las consecuencias a las que éstas nos llevaran. Busquemos juntos este nuevo cohabitar bajo esquemas de total respeto y completo cuidado de la comunidad, que las opciones de ingresar un par de centavos más a nuestros bolsillos, no se conviertan en el acceso de quebrantos de nuestra salud. (O)