El coronavirus mantiene este lunes a América con los nervios de punta por cuenta de los casi 200.000 fallecidos y 3,7 millones de contagiados mientras se avecina a la región la que los expertos pronostican será la mayor recesión económica en el último siglo.
El reporte más reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la cifra de afectados por el virus superó hoy en el mundo los 7,8 millones y los muertos llegan a 431.192.
América es actualmente el continente con mayor número de contagios, con 3,7 millones, y cuenta con el país más afectado del planeta: Estados Unidos que asume alrededor de dos millones de casos y un balance fúnebre de 116.000 fallecidos por la COVID-19.
Hay alarma en Brasil por sus 43.000 muertos y cerca de 870.000 enfermos; en México, que rebasa los 146.000 contagios; Colombia, que pasa de los 50.000 casos; Perú, que llegó a 230.000 infectados, y Chile que anunció 179.436 contagiados.
Centroamérica también es vigilada de cerca ya que experimentó la semana pasada una explosión de casos y muertes por coronavirus, con cifras diarias récord en casi todos sus países, que acumulan al menos 45.531 contagios y 1.255 defunciones, lo que, sin embargo, no ha impedido que su golpeada economía comience a reabrir.
LA ECONOMÍA AGONIZA
La paralización a la que se vieron empujados los diferentes sectores productivos de América para tratar de prevenir el avance de la enfermedad que parece no haberse «enterado» de ese esfuerzo causa millonarios estragos a todos los niveles.
No sorprende por ello que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) asegurara este lunes que esta parte del mundo tendrá «la peor recesión económica del último siglo» debido a que el producto interno bruto (PIB) podría contraerse hasta un 8 % en 2020 por la emergencia sanitaria.
Al respecto, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, indicó que el descalabro será también posiblemente el «más fuerte de toda la historia de la región», ya que la economía caerá «entre el 5,3 % y el 7 %» y quizá alcance «el 8 %».
El panorama se sigue oscureciendo porque se estima que por esa razón la pobreza alcanzará a 30 millones de latinoamericanos más, con lo que se llegará a 215 millones de pobres que, a las ya difíciles condiciones en las que viven, deberán sumar ahora la preocupación de no contraer el coronavirus.
TÁCTICAS PARA NO MORIR DE HAMBRE
Los Gobiernos y gremios latinoamericanos están decididos a darle la pelea no solo al virus sino a la crisis económica.
Por ello, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) propuso destinar unos 9.000 millones de dólares para beneficiar a 21,3 millones de trabajadores afectados por la pandemia.
Este apoyo equivaldría al 1 % del PIB y busca frenar la pérdida de hasta 1,5 millones de trabajos formales y cerca de 15.000 empleadores que la patronal prevé que desaparezcan en México por la situación actual.
Asimismo, el Gobierno peruano prometió crear más de un millón de nuevos empleos de aquí a final de año con la puesta en marcha del programa «Arranca Perú», iniciativa que busca impulsar obras públicas e inversión en el desarrollo de infraestructura vial, vivienda, agrícola y programas de empleo.
Mientras tanto, Paraguay informó que mantendrá cerradas sus fronteras ante la pandemia, pero habilitará los repartos a domicilio entre la ciudad Pedro Juan Caballero, capital del departamento Amambay, y la brasileña Ponta Porá, en el sureño estado de Matto Grosso do Sul.
La propuesta, que ya tiene finiquitado su protocolo y será un modelo piloto, será supervisada por las autoridades sanitarias y un cordón militar que garantizará el cierre fronterizo.
Otro significativo avance por volver a la normalidad en la región hizo hoy Ecuador, que retomó los vuelos entre sus grandes ciudades, Quito, Guayaquil y Cuenca, suspendidos desde mediados de marzo por la emergencia de la COVID-19.
MIEDO A MÁS CONTAGIOS
A pesar de los intentos por salir de la crisis, en Estados Unidos el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, amenazó con revocar licencias a bares y restaurantes que incumplan las normas de prevención contra el virus tras recibir más de 25.000 quejas en los últimos días, la mayoría en la Gran Manzana y Long Island.
Lo mismo pasa con los mandatarios de Miami, Francis Suárez, y Miami Beach, Dan Gelber, que hicieron «sonar la alarma» sobre el riesgo que supone bajar la guardia en la prevención del virus.
A pesar de ello, en una rueda de prensa ambos alcaldes dijeron que volver a ordenar a sus conciudadanos que se queden en casa sería el «último recurso», algo que, según Suárez, tendría un «efecto dramático» en la economía de Miami-Dade, que antes de la COVID-19 era «boyante», pero ahora está «quebrada» y tiene 400.000 desempleados. EFE