La reanudación progresiva del transporte público masivo en Cuenca y la provincia de Azuay si bien es esperada para la reactivación económica del país, genera preocupación en especialistas de la salud.
En Cuenca, por ejemplo, actualmente está en funcionamiento el Tranvía Cuatro Ríos; los buses urbanos e interparroquiales; taxis; vehículos de transporte mixto; y furgonetas. Todos con un 50% de su capacidad.
Asimismo, desde este lunes se reactivaron los vuelos comerciales entre Cuenca y Quito, con un itinerario de al menos tres por semana, con la opción de incremento según la demanda.
Igualmente, el Comité de Operaciones Emergentes (COE) cantonal esta semana reactivará el transporte interprovincial e intercantonal, pues la Terminal Terrestre de Cuenca ya está autorizada para operar.
Para Teodoro Moscoso, médico especialista en enfermedades virales, el transporte público representa una de las principales fuentes de contagio del coronavirus o conocido también como Covid-19.
Esto, de acuerdo con Moscoso, por dos factores: la cercanía física de las personas; y porque son espacios cerrados que no disponen de una ventilación adecuada y recomendada.
En esta ciudad, aproximadamente el 60% de la población se moviliza en transporte público y alrededor del 30% se desplaza en vehículo particular. El resto a pie y otros medios alternativos.
“Hay que tomar en cuenta que en los buses y taxis uno toca y tiene contacto con superficies que otras personas completamente desconocidas también han tocado y eso es un riesgo sin lugar a dudas…”, dijo.
Según el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF), al igual que en otras ciudades de América Latina, en las urbes de Ecuador siete de cada 10 ciudadanos usan transporte público como principal forma de movilidad.
Para Lorena Méndez, médico internista, hay tres acciones o estrategias epidemiológicas generales que se aplican en casi todo el mundo en el transporte masivo para reducir el riesgo de contagio del coronavirus.
A decir de Méndez, estas también se las aplica en Ecuador. La primera es limitar el número de pasajeros por unidad, con lo que reduce el número de contactos y, por tanto, de contagios de la enfermedad.
La segunda es bajar la cantidad de fricciones entre personas y superficies comunes, es decir que no haya contacto entre conductores, cobradores y pasajeros.
La tercera es la exigencia del uso de mascarillas a todos los ocupantes y la desinfección diaria de los vehículos con productos que estén certificados y cuya efectividad esté comprobada. (CSM)-(I)
LIMPIEZA DIARIA
Manolo Solís, presidente de la Cámara de Transporte de Cuenca (CTC), que agrupa a los 475 buses urbanos de esta ciudad, informó que cumplen desinfecciones diarias.
Al termino de cada jornada las unidades son sometidas a una fumigación completa, para que lo que han contratado a una empresa especialista en esta rama.
LEA TAMBIÉN: Se reanuda el servicio de buses urbanos en Cuenca
Asimismo, al inicio del día y al final los conductores tienen que pasar una prueba de temperatura. Tienen choferes disponibles en caso de que sea necesario hacer un cambio.
También reciben capacitación para controlar que los pasajeros cumplan con el protocolo de bioseguridad que se aprobó para la reactivación de este servicio.