El excónsul de Ecuador en Londres Fidel Narváez denunció este lunes en la Audiencia Nacional española que el supuesto espionaje al líder de Wikileaks, Julian Assange, en la embajada ecuatoriana de Londres también le alcanzó a él y a otros diplomáticos de la legación.
Narváez fue uno de los testigos citados a declarar hoy ante el magistrado José de la Mata en la causa que investiga el supuesto espionaje que Assange denuncia haber sufrido por parte de la empresa de seguridad española UC Global, que estuvo a cargo de la seguridad de la embajada de Ecuador en Londres entre 2015 y 2018.
El exdiplomático, que fue también primer secretario de la legación, señaló que se sintió víctima de ese espionaje dado que las supuestas grabaciones no solo alcanzaron a Assange y a sus abogados, sino también a funcionarios de la embajada.
«No sólo había un espionaje en contra de Assange, sus colaboradores, su equipo de abogados (…) sino también contra los diplomáticos«, afirmó Narváez en declaraciones a Efe tras su declaración judicial. «Es imposible argumentar que no hubo espionaje», recalcó.
El magistrado instructor de la causa cree que existen indicios que podrían indicar que las reuniones que Narváez mantuvo con Assange y otras personas también fueron grabadas.
«Nosotros sospechábamos pero no teníamos la evidencia de que el sistema (de vigilancia) que estaba instalado tenía capacidad para grabar audio», explicó quien fuese cónsul de 2010 a 2018, y agregó que después descubrieron que había «micrófonos escondidos en lugares estratégicos» de la embajada.
Assange, que estuvo refugiado en esa embajada desde 2012 hasta 2019, se encuentra en la prisión británica de máxima seguridad de Belmarsh, en Londres, a la espera de la segunda fase del proceso de extradición solicitado por Estados Unidos, que le reclama por haber filtrado documentos confidenciales.
Durante una extensa declaración, a Narváez se le presentaron imágenes y vídeos de reuniones que mantuvo con Assange supuestamente grabadas por UC Global.
También se le mostró lo que el definió como «documentación falsificada» para «justificar el espionaje», como una «supuesta correspondencia» entre la empresa y funcionarios ecuatorianos, incluido el antiguo embajador, en la que supuestamente se pedía grabar ciertas reuniones, explicó.
También denunció una «intrusión» en los sistemas informáticos de la embajada y en los ordenadores de los diplomáticos.
Como hizo Assange en su declaración de diciembre, Narváez también apuntó a Estados Unidos y consideró que la empresa está tratando de «desvirtuar que el espionaje estuvo ordenado» por dicho país.
El excónsul compareció después del exjuez Baltasar Garzón, que ahora coordina como abogado el equipo legal de Assange y quien puso de relieve que el australiano ha sido objeto de «persecución política» por «revelar hechos gravísimos» en su condición de periodista, y señaló también a Estados Unidos como el «agente de la persecución». EFE