América sigue siendo el epicentro del coronavirus y este viernes superó los 10 millones de casos de los 19 que hay a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con Brasil al borde de los 100.000 decesos y México superando los 50.000, solo por debajo de los 160.000 de EE.UU.
Además, y aunque la OMS asegura que el continente muestra cierta estabilización en los últimos 15 días, en Latinoamérica y el Caribe, que con 5,28 millones de contagios representa un 27,1 % del total orbital, se presentan 837 contagios por cada 100.000 habitantes, frente a los 249 mundiales, y 34 fallecidos por cada 100.000 habitantes, frente a los 9 en el mundo, de acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En esta región están 5 de los 10 países más afectados por la pandemia: Brasil, en el segundo lugar (2,96 millones de casos), mientras que del sexto al noveno lugar se ubican, respectivamente, México (462.690), Perú (455.409), Chile (368.825) y Colombia (357.710), en un listado que encabeza otro país de América, EE.UU., con 4,9 millones de positivos por la COVID-19.
BRASIL, A 478 MUERTES DE LAS 100.000
En Brasil, al final de esta tarde se reportaron 1.079 nuevas muertes, con lo que el total ascendió a 99.572, por lo que con casi seguridad superará la barrera de las 100.000 este sábado.
Con una tasa de mortalidad de 47,4 por cada 100.000 habitantes y el virus todavía fuera de control en algunas regiones, se siguen tomando medidas para intentar controlarlo, como la cancelación del tradicional desfile militar que cada 7 de septiembre celebra la independencia del país.
Además del desfile militar por la independencia, ya se han cancelado otros multitudinarios eventos como las fiestas de fin de año en las playas de Copacabana, de Río de Janeiro, y en la avenida Paulista, corazón financiero del estado de Sao Paulo.
CRITÍCAS A GOBIERNO MEXICANO
La noche del jueves México llegó a 50.517 muertos, muy por encima de los entre 6.000 y 8.000 fallecidos que se preveían en abril pasado, con récords de nuevos contagios tan próximos como el del 1 de agosto (9.556 ese día) y millones de personas que han vuelto a salir a trabajar, en una coyuntura que hasta junio había provocado la pérdida de 1,18 millones de empleos formales y una caída del 10 % del PIB pronosticada para 2020.
«No hubo planificación y los preparativos anticipados eran fundamentales para atenuar el impacto del coronavirus», aseguró este viernes a Efe la maestra en Salud Pública Carolina Gómez, muy crítica con las medidas gubernamentales y la salida «pronto» del distanciamiento social.
A esto se suma el subregistro de casos, reconocido por el propio Ejecutivo pero desconocido con exactitud, aunque hay evidencias de que entre marzo y junio la mortalidad general aumentó en más de un 50 %. En el lado positivo, la ocupación hospitalaria se sitúa a nivel nacional en el 43 % para camas generales y en 38 % para camas con ventilador.
En parte por esto, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su país «aplanó la curva» de la epidemia y «evitó» la saturación hospitalaria, un éxito que, según Gómez, “es relativo» porque se ha tenido «un retraso en la atención de otro tipo de padecimientos o urgencias”, a lo que se suman casos como el de Nuevo León (norte), estado que adelantó la «nueva normalidad» y sufre una ocupación hospitalaria de un 70 %.
EE.UU., ACERCANDO POSICIONES PARA RESCATE
Mientras, en EE.UU. parte de la conversación sobre la pandemia gira en torno a los efectos económicos, con los demócratas dispuestos a hacer concesiones para salvar el nuevo plan de rescate, en un momento en que las negociaciones con el Gobierno están al borde del colapso y con este viernes como fecha límite inicial.
Según la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, su partido ofreció rebajar su petición de 3 a 2 billones de dólares con la condición de que la Casa Blanca abandone su oferta inicial de un paquete de 1 billón de dólares y acceda a un gasto total de 2 billones.
Todo esto después de que a finales de junio expiró una medida para impedir el desalojo de 12 millones de estadounidenses durante los últimos cuatro meses y, además, hace una semana, vencieron las ayudas semanales de desempleo de 600 dólares que estaban recibiendo 30 millones de trabajadores.
Mientras, la pandemia sigue afectando duramente a estados como Florida, que hoy quedó cerca de las 8.000 muertes, una cifra que, según una proyección, se duplicará para octubre, aunque hay esperanzadores signos en otras zonas como Nueva York, el que fuera epicentro nacional de la enfermedad y en donde se ha dado luz verde para que las escuelas del estado reabran en septiembre.
PEQUEÑOS GRANDES PROBLEMAS
Aunque no tan preocupante pero sí muy diciente es la situación en Cuba (2.829 contagios y 88 muertes), donde esta jornada hubo 54 nuevos contagios, 43 de ellos en La Habana, la mayor cifra diaria en los últimos tres meses.
Esto provocó el retorno parcial a la «fase epidémica» previa a la reapertura desde este mismo viernes con una limitación de los accesos a la capital, la circulación vehicular y personal hasta las 11 de la noche y la restricción hasta las 9 de la noche para la operación de bares y restaurantes, que en el caso de los primeros solo podrán ofrecer bebidas y en donde no se podrá bailar.
Por su parte, el archipiélago de las Bahamas se ha convertido en el epicentro regional de la expansión de la COVID-19, con 900 residentes en cuarentena y más de 300 aislados, para un total de 761 infectados y 14 muertos en el país, lo que ha puesto en alerta a los pequeños territorios del Caribe.
El Gobierno, buscando favorecer a su industria turística, abrió a principios de julio las fronteras, lo que ha obligado a volver al confinamiento y a poner en marcha una unidad policial que ayudará a frenar las infracciones de las medidas sanitarias, lo que no ha evitado casos como el de 23 pacientes en el centro de rehabilitación Sandilands en Nassau, que dieron positivo el jueves.
SIGUE LA BÚSQUEDA DE UNA CURA
En medio de la preocupación por el avance de la pandemia, en América siguen los planes para encontrar curas, como en Brasil, uno de los países donde se experimenta la vacuna desarrollada por la universidad británica de Oxford y que espera comenzar la producción masiva de la misma en diciembre, según informó este viernes el laboratorio estatal responsable.
Adicionalmente, un grupo de fundaciones y empresas, entre ellas la cervecera Ambev y el banco Itaú, anunció una inversión de casi 18,5 millones de dólares para construir una fábrica que se dedicará a la producción de esa potencial vacuna de Oxford y AstraZeneca.
También buenas noticias dio la farmacéutica Pfizer, que anunció un acuerdo con la biotecnológica Gilead Sciences para producir el remdesivir y escalar así el suministro de ese fármaco, que se ha probado efectivo en la reducción de las probabilidades de muerte por el virus. EFE