Andrea Salazar
El fin de semana fue asesinado un israelita que le vendió insumos médicos a Jacobo Bucaram
Desde la fundación del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) en 1983 sus integrantes, principalmente su fundador, Abdalá Bucaram Ortiz, se han visto envueltos en una serie de escándalos que incluyen asesinatos, amenazas, exilios, actos de corrupción, detenciones. Pero sobre todo una incursión permanente en la política, obteniendo cargos que van desde la Presidencia de la República, hasta alcaldías, prefecturas y varias curules en el Legislativo.
Abdalá Bucaram Ortiz fue durante la presidencia de su cuñado Jaime Roldós Aguilera intendente de Policía del Guayas y tras su muerte creó el PRE, con el que en 1984 llegó a la alcaldía de Guayaquil.
En esta cargo duró solo un año. Inicialmente fue acusado de traición a la patria por declaraciones en contra de las Fuerzas Armadas. Para evitar la cárcel se autoexilió en Panamá. Además enfrentó su primer juicio por peculado al detectarse la compra de cascajo con más de USD 2 millones en sobreprecio.
Durante diez años buscó, por tres ocasiones, ser electo presidente de la República. Lo logró en 1996 y en ese transcurso se dieron dos exilios y retornos de Panamá.
En ese lapso, su hermana, Elsa Bucaram, fue la primera alcaldesa de Guayaquil. Su cargo se vio manchada por la muerte de dos niños durante la entrega desordenada de juguetes en Navidad. Se vio obligada a renunciar.
Durante los apenas seis meses de la presidencia de Abdalá Bucaram Ortiz se dieron varios casos de corrupción. Incluso la prensa internacional recogió la historia de su primer hijo, Jacobo Bucaram, quien habría hecho su primer millón de dólares en el manejo de las aduanas del país.
Además, durante su salida del cargo, debido a protestas sociales en su contra, se lo acusó de haberse llevado dinero en sacos de yute. También nuevamente de peculado por el caso Mochila Escolar. Este caso prescribió en el 2017, por lo que pudo volver al país.
Hijos involucrados
Tanto Jacobo, como Abdalá (Dalo) Bucaram Pulley, se han visto involucrados en varios casos irregulares sin que hasta el momento hayan sido juzgados.
Los dos estuvieron involucrados, en mayo del 2001, en el ataque del exentrenador de la Selección Ecuatoriana de Fútbol, Hernán Darío “El Bolillo” Gómez. El uno como autor y el otro como el causante de la agresión, pues no había sido convocado por el estratega.
Solo el autor físico del ataque fue juzgado: Joselo Rodríguez, quien un año después fue asesinado junto con su familia.
De igual forma, Jacobo atacó físicamente a Ricardo Rivera, tío del expresidente Jorge Glas, meses antes de que los dos sean procesados por el caso Odebrecht. Esto tras una serie de enfrentamientos verbales de Dalo Bucaram con Rivera, en los que mutuamente se citaban a debatir sobre irregularidades en Petroecuador. Esta investigación tampoco prosperó.
Actualmente, tras las denuncias de corrupción en los hospitales, el expresidente y sus hijos Jacobo, Dalo y Michel, enfrentan procesos por el delito de asociación ilícita por la comercialización y venta de insumos médicos con supuesto sobreprecio.
Tanto Dalo como Michel se encuentran en Estados Unidos, y Jacobo no ha podido ser sido ubicado por la justicia. Además, el exmandatario y Jacobo enfrentan un juicio por tráfico de bienes patrimoniales y el patriarca de la familia es procesado por portar armas y municiones ilegalmente.
El caso más reciente, en el que Shy Dahan, un ciudadano israelita fue asesinado el sábado en la cárcel tras denunciar a Jacobo Bucaram por la compra de USD 300 mil en insumos médicos. Además se hizo público un audio en el que el expresidente Abdalá Bucaram le ofrecía ayuda no solo legal, sino incluso entre los jueces y protección dentro del centro de detención. (I)
Fin de la familia Bucaram / «Son un perversión»
Aunque el expresidente Abdalá Bucaram ha resucitado políticamente en varias ocasiones, para la analista política Natalia Sierra, esta vez, con su reciente candidatura presidencial, no cree que le vuelva a cobijar la suerte, pues el nivel de corrupción denunciada sobrepasa incluso las acciones que por lo general generan los populistas.
“Incluso dentro del populismo, que es corriente sin ideología, sin planes y proyectos claros, ni realizables, los Bucaram son una perversión que ha sobrepasado todos los límites, podríamos atrevernos a decir que la historia política de esta familia ha llegado a su fin.
Pues incluso cuando su fuerte ha sido apelar a la emoción, manipular las esperanzas de las personas, la incertidumbre, lo sucedido ya pasó al plano delincuencial y se han evidenciado como una banda delincuencial, de lo cual, ya no tendrían retorno”, dijo la experta. (I).