«Acompaño en estos momentos de profundo dolor a toda la familia Morales, a mi cuñado Ponciano Willcarani, a mis sobrinos y nietos ante el fallecimiento de Esther, que fue una madre para todos. Mis condolencias. Que en paz descanse», escribió en Twitter Evo Morales, quien está en Argentina.
«Por qué tanto odio, racismo y persecución política que me impiden ver, por última vez, a mi única hermana. Para mí, Esther, fue mi madre. La historia juzgará», añadió.
El exmandatario recibió las condolencias de su partido y también de rivales políticos, tras el fallecimiento de la que era uno de sus dos hermanos con vida.
El candidato a la Presidencia por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, y la presidenta del Senado boliviano, Eva Copa, expresaron sus condolencias, al igual que otros representantes del partido, cuya campaña electoral dirige el expresidente desde Argentina para los comicios generales en Bolivia, pospuestos a octubre.
El expresidente boliviano Jorge Quiroga, que mantiene serias diferencias políticas con Morales, manifestó en la misma red social sus condolencias.
«Hemos perdido más de 4.000 bolivianos por el devastador coronavirus, que siembra dolor sin distinciones. Paz en su tumba», agregó.
LA PRIMERA DAMA QUE PUDO SER
Esther Morales tenía 70 años y falleció de madrugada hora local en un hospital de la ciudad andina de Oruro, donde residía, al complicarse su estado de salud tras haber sido internada el pasado 9 de agosto al contraer la COVID-19, según medios bolivianos, además de que padecía otra enfermedad, que no especifican.
Esther, la mayor, era junto con Hugo los hermanos que conservaba Evo Morales, el quinto de siete hijos del matrimonio entre Dionisio Morales y María Ayma, pues otros cuatro murieron de niños.
La hermana ahora fallecida era vendedora de comestibles, casada y madre de tres hijos, y estaba previsto que ejerciera de primera dama de Bolivia con la llegada al poder en 2006 de Evo Morales, soltero, pero su hermano prefirió que no fuera así.
Aunque tuvo un papel similar en actos como la primera investidura de Evo Morales, luego él prefirió que no fuera primera dama, confesando que ella lloró cuando le comunicó su decisión, para evitar críticas de que favoreciera a familiares y por considerar que menoscababa el rol de la mujer, al cuestionarse si en caso de una presidenta habría un «primer caballero» en el país.
La hermana no obstante participó un tiempo en actividades públicas de apoyo a emigrantes bolivianos en España, en pro de los derechos de la mujer en el Reino Unido o a favor de la demanda marítima de Bolivia en Chile.
Esther Morales luego se alejó de la escena pública, pero su casa en Oruro sufrió algunos ataques durante los casi catorce años en el poder de su hermano, como un incendio en noviembre pasado.
«Me acompañó en los momentos más duros sin importar represalias. Nunca ocupó cargos públicos, pese a lo cual en el golpe de 2019 quemaron su casa y la persiguieron», publicó Evo Morales en Twitter, lamentando no poder despedirse de ella.
Morales solicitó refugio en Argentina y tiene varias órdenes de aprehensión de la Fiscalía boliviana, para que declare en su país por distintos procesos que incluyen cargos como terrorismo y sedición. EFE