Partiendo del concepto de ruin como: persona que hace daño manipulando, engañando, humillando, mintiendo, pisoteando al prójimo, criticando a sus espaldas, desinformando, ridiculizando, vanagloriándose y disfrutando del dolor ajeno y más negativismos; mencionaremos que en el mundo pululan hombres y mujeres “ruines”, seres que posiblemente nos están abordando sin que nos percatemos, causando graves daños a toda una sociedad, por ello, urge develarlos mostrándolos de cuerpo entero a sabiendas de una serie de acontecimientos que se han suscitado en el país, sobremanera en el campo de la política por la desfachatez de estos seres despreciables.
Seguros estamos que algunos o muchos de estos dolosos están inmiscuidos en el mismísimo gobierno, acaso contratados en calidad de ruines, también en otras funciones como la electoral, judicial, legislativa y hasta en los espacios de seguridad y defensa nacionales. Esto explica lo inexplicable de muchos casos de latrocinio, corrupción, impunidad, traición y sinvergüencería que ronda, para afrenta del país, en los poderes centrales incluso en gobiernos provinciales y locales.
Ruines existen y han existido en la historia ecuatoriana, a propósito, traemos a colación, la ruindad de una exfuncionaria municipal de Cuenca que acusó al anterior Alcalde de cobrar diezmos a pocos días de las elecciones locales, acusación posiblemente interesada y hoy desvirtuada. Las consecuencias ya conocemos, independientemente de nombres, pero que para salud de la política local debería desenmascarársele dejando precedentes positivos en la sociedad morlaca.
Y, lo preocupante y grave en estos días aciagos de pandemia, por lo que queremos alertar, y que ojalá quede solo en presunción, que se estarán preparando muchos ruines para accionar en este próximo proceso electoral. Ecuatorianos: ¡Ojo con estos despreciables seres humanos! ¡Ojo también, que no nos extrañaría que nos critiquen los interesados, empero debe primar el bienestar colectivo sobre el individual y roñoso! (O)