Aún la ciudad no sigue pareciendo relativamente pequeña. En el imaginario social todavía perdura el mapa de esa Cuenca que empieza en la avenida de las Américas y termina en la autopista. Pero no hay nada más falso que eso: hay una ciudad que no se ve y que se extiende detrás de sus cerros.
Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Cuenca ya tiene más de 700 000 habitantes. Para algunos el número es manejable, para otros es preocupante si no planifica ya y no se ordena a una ciudad que ha crecido de una manera descontrolada en la periferia.
Pero, puntualmente, ¿qué habrá que hacer? Los puntos de vista son diversos, sin embargo, todos confluyen en un tema: la sostenibilidad. Con la pandemia se hicieron eco varias estrategias ꟷrelacionadas con el trazo de la ciudadꟷ que podrían haber servido para combatir la emergencia sanitaria.
Un ejemplo de ello, según el arquitecto y fundador de Cinturón Verde, Paúl Ortiz, fue que, si no se hubieran centralizado los servicios, se hubiera evitado las aglomeraciones. Y entre estos están los hospitales y los mercados.
“Con la planificación uno no tiene que cruzarse toda la ciudad para llegar a un centro de abastos o para hacerme atender. Lo ideal, y lo que planteé hace varios años fue que Cuenca se dividiera en subsistemas o en polígonos territoriales, en donde cada uno tenga sus propios servicios. Pero seguimos hablando de plazas itinerantes y mercados por días”, dijo Ortiz.
El arquitecto piensa que la ciudad debería ser trazada así, sobre todo, pensando en los niños y adultos mayores.
Servicios básicos
Este año hubo un retraso en la presentación del Plan de Ordenamiento Territorial por la emergencia sanitaria en Ecuador. No obstante, ya hay una planificación, según Josué Vega, director de Planificación Territorial del Municipio de Cuenca, para una ciudad que no quiere acoplarse a los nuevos trazados.
“Mantenemos un plan desde hace 17 años, y mucha gente quiere que siga así porque se han encontrado espacios en los que se han acomodado a través de la ordenanza, del favor, de la reforma para su proyecto, y eso no obedece a una mirada integral de protección”, dijo Vega.
Quienes están frente al departamento se han encontrado con una ciudad periférica en donde se ha precarizado los servicios básicos: transporte público deficiente y falta de alcantarillado, por ejemplo.
“Lo que nos preocupa es el uso del suelo y su costo. En algunos sectores ven a la ciudad como un espacio de renta, un espacio de una sola dimensión… En este momento, la dirección de Planificación tiene la posición de que se reconozcan los otros elementos. No vale sacrificar el futuro por cosas de su momento”, dijo Vega.
Para la Dirección de Planificación hay que buscar la equidad en la ciudad empezando con los servicios básicos y trazando un plano para evitar la precariedad en los nuevos espacios que están siendo ocupados desde hacía varios años.
Espacios para la economía
Los presidentes de barrios también han pensado en lo que debería ser la ciudad de Cuenca en los próximos años: un lugar en donde haya una economía activa a través de sus espacios. Con la presencia del nuevo coronavirus, cientos de personas se quedaron sin trabajo.
Ante ello buscaron una manera de subsistir. De pronto se abrieron centros de abastos y fruterías, principalmente.
“Necesitamos ahora la reactivación económica y social. Necesitamos espacios para que se generen emprendimientos. La obra física es importante, pero necesitamos el apoyo en los barrios para reactivarnos porque la pandemia nos ha golpeado”, dijo Juan Quilambaqui, presidente de los barrios de Cuenca. (AWM)-(I)