María Belén Merino
Silvanita es la primera ternera nacida por reproducción asistida del Austro ecuatoriano, llegó a este mundo el 21 de septiembre de 2020, en la Granja Nero de la Universidad de Cuenca. Es consentida, fotogénica y un orgullo para los técnicos, investigadores y autoridades de la institución.
Su fecundación se llevó a cabo en el laboratorio de Biotecnología de Reproducción Animal de la Universidad de Cuenca en noviembre de 2019; el 25 de diciembre se realizó la transferencia a una receptora: una vaca de vientre de alquiler que fue seleccionada según su mérito genético, de producción y fenotipo.
La fecundación in vitro es la combinación de un ovocito y un espermatozoide bovino, que es realizado dentro de un laboratorio y guiado por un ser humano que observa todas las etapas de desarrollo celular con el fin de mantener su viabilidad hasta el momento de su aplicación.
Guillermo Serpa, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, señaló que el nacimiento de Silvanita es un logro para la Universidad de Cuenca y para el Austro ecuatoriano, puesto que se utilizó tecnología difundida a nivel mundial.
“Es la primera ternera del Austro ecuatoriano. Somos los pioneros, no hay otras instituciones ni entidades privadas que lo hayan realizado (…) Ella es producto de medios de cultivo o de medios de desarrollo embrionario, logrado en nuestros propios laboratorios”, manifestó.
El laboratorio de Biotecnología de Reproducción Animal de la Universidad de Cuenca funciona desde hace 10 años y es el lugar donde se realiza el proceso de fecundación in vitro.
Rafael Ochoa, director del laboratorio, comentó que para el nacimiento de Silvanita se utilizó una biotecnología que no está difundida de forma masiva en Ecuador, por lo que trabajaron durante cinco años para afinar la técnica, para obtener los medios suficientes. Además, refirió que para este proyecto “han intervenido varios investigadores de la universidad, realizando investigaciones, ensayos, probando medios”.
El nombre de Silvanita fue en honor a la investigadora Silvana Méndez, quien participó en el proyecto; ella ahora crece junto a otros terneros y vacas en la Granja Nero. (I)