Portugal sumó en las últimas 24 horas 3.960 contagios, un nuevo récord diario desde que comenzó la pandemia, y 24 muertos, datos que corroboran el ascenso disparado de la curva y que han llevado al primer ministro, António Costa, a convocar una reunión extraordinaria de su gabinete para el sábado.
Los últimos números, divulgados por la Dirección General de Salud (DGS), dejan un balance total de 2.394 fallecidos y 128.392 infectados desde que empezaron a registrarse casos de Covid en el país.
También hay incrementos en el número de hospitalizados, que suman 1.794 en total (47 más que ayer), de los cuales 262 están en cuidados intensivos (nueve más que el día anterior).
El constante empeoramiento de la curva, que supone una enorme presión sobre los hospitales lusos, ha llevado a Costa a convocar hoy un Consejo de ministros extraordinario para el próximo sábado en el que se definirán «acciones inmediatas», según han dicho fuentes del Ejecutivo.
La reunión se prepara ya con encuentros entre las ministras de Salud, Marta Temido, y de Presidencia, Mariana Viera da Silva, con epidemiologos, en tanto que el propio primer ministro escuchará la opinión de los diferentes partidos el viernes.
Todo en aras de conseguir el mayor consenso posible, en un momento en el que crece la controversia con algunas de las últimas medidas tomadas para evitar más riesgo de contagio durante el próximo fin de semana de Todos los Santos.
Desde las 00.00 horas del día 30 hasta las 06.00 del 3 de noviembre estará prohibido circular entre municipios, para que el «dolor del luto» de la fecha no acabe con la distancia social, pero las numerosas excepciones previstas, como poder desplazarse para ver espectáculos culturales, han levantado dudas sobre su eficacia.
Actualmente rige en Portugal el estado de calamidad, que impide reuniones de más de cinco personas en la calle y restaurantes, y limita horarios comerciales.
Además, desde hoy es obligatorio llevar mascarilla en la calle.
Se trata de iniciativas que para algunas autoridades empiezan a ser insuficientes. Es el caso del presidente del área metropolitana de Oporto, Eduardo Vítor Rodrigues, que, atendiendo la gravedad de la situación en el norte, la zona más golpeada en la segunda ola, se ha mostrado a favor de declarar el estado de emergencia. EFE