Cuenca, la tercera ciudad más importante del país, con su legado histórico, cultural y arqueológico, ejemplo de urbanismo entre las ciudades intermedias a nivel mundial, así es reconocida por la ONU Hábitat. Pero también por su rica naturaleza que impone belleza, que hace más visible los alrededores de la ciudad y cada parroquia rural con sus propios encantos.
Con orgullo en este día de enorme civismo celebraremos los 200 años de la geste independista de Cuenca de la monarquía española.
Es la oportunidad para rememorar el pasado y celebrarlo, pero también para reflexionar sobre el presente y proyectarse hacia el futuro. Repensar nuestro proyecto de ciudad y encaminarnos hacia la transformación de Cuenca en un polo cultural, turístico, universitario, artesanal, industrial y tecnológico.
Uno de los desafíos que enfrenta Cuenca de cara al futuro es lograr un crecimiento más compacto y ordenado para facilitar la prestación de servicios de infraestructura, volverse más segura y amigable, más inclusiva, competitiva, que le permita salir de su aislamiento aéreo y terrestre e irrumpir con visión de futuro.
Una Cuenca universitaria de prestigio internacional, con jóvenes de todo el mundo estudiando y viviendo en nuestra urbe; el agua y la naturaleza como símbolos de la ciudad, mayor actividad económica que incremente la oferta laboral para los jóvenes. Vialidad expedita es esencial para incrementar el turismo, la educación universitaria, artesanía e industria.
La unidad, la capacidad de alcanzar consensos entre todos los estamentos constituye un objetivo fundamental, pues están pendientes desde décadas la localización y funcionamiento de equipamientos importantes como el nuevo camal, plaza de ganado y suelo industrial tan necesario para la economía local.
¡Recuperar la presencia y voz potente de la ciudad es tarea prioritaria, para reclamar nuestros derechos, para buscar mejores días! (O)