El pie diabético es una complicación que experimentan algunos pacientes con Diabetes tipo 2 y se produce cuando existe una lesión en el pie. La afectación se deriva de otras alteraciones, como la neuropatía y la angiopatía diabética.
A decir del doctor Marco Campoverde, encargado del pie diabético y podología en la Casa de la Diabetes, esta enfermedad se ve reflejada en lesiones o ulceraciones.
La neuropatía diabética hace referencia a la inflamación crónica de las terminaciones nerviosas en los pies, mientras que la angiopatía diabética es la inflamación crónica de los vasos sanguíneos en los pies. En ambos casos, las alteraciones son provocadas por la elevación constante del azúcar en la sangre.
Campoverde explica que cuando los pacientes con diabetes no son controlados, con el tiempo, se produce inflamación, oxidación y destrucción, tanto de las terminaciones nerviosas, como de los vasos sanguíneos a nivel del pie. El profesional añade que las personas con diabetes, con los años, van perdiendo las facultades sensoriales en el pie, que se traducen en el dolor, frío, calor, tacto, entre otros.
“Las terminaciones nerviosas captan sobre todo, las sensaciones de la presión, porque todo el peso del cuerpo se asienta sobre nuestros pies. En la persona con diabetes, por el azúcar que está descontrolada, se van dañando las terminaciones nerviosas, por lo que llegan señales erróneas al cerebro”, manifiesta el galeno.
Mientras tanto, la obstrucción de los vasos sanguíneos en pacientes con Diabetes tipo 2, impide la circulación de glóbulos blancos en el cuerpo, que son las defensas. Esto ocasiona que, en caso de que el paciente tenga una infección o úlcera, la herida se cronifique o tarde en cerrarse.
“La oxidación crónica que la diabetes produce en los tejidos (músculos, tendones, cápsulas articulares y huesos) hace que todas las estructuras de los huesos tiendan a deformarse aún más con el paso del tiempo, y eso es un factor de riesgo para que se produzcan más las úlceras, porque no hay una distribución homogénea del peso del cuerpo en ambos pies”, agrega.
Por todo esto, la recomendación de Campoverde es que exista un adecuado cuidado de los pies, no solo en pacientes con diabetes. Para ello, sostiene que debe existir un correcto lavado y secado de los pies. El secado implica quitar la humedad dedo por dedo, para evitar la proliferación de hongos.
En cuanto a los calcetines, es recomendable que estos no sean muy ajustados ni muy flojos, que no tengan costuras que estorben en los dedos y que sean de algodón, puesto que la fibra natural absorbe el sudor.
Mientras, en lo relacionado a zapatos, es preferible que sean de cuero para evitar que el pie transpire demasiado. El calzado debe ser cómodo y la plantilla de goma, para que soporte el impacto al momento de caminar, haciendo un efecto amortiguador. En los pacientes con diabetes está prohibido caminar descalzos.
Así también, es necesario un examen visual diario antes de acostarse, acota Campoverde, para verificar si los pies están inflamados, si existen grietas o si están lastimados. En el mismo caso, es recomendable que las uñas de los pies estén al nivel del dedo y en forma cuadrada, para no dar paso a los uñeros. En el caso de las personas con diabetes, las uñas no deben ser cortadas, más bien es necesario que el proceso se haga con ayuda de una lima.
Por último, se recomienda ejercicios de estiramiento de los pies, antes de levantarse de la cama.
Detección y tratamiento de la diabetes
Esteban Lucero, director de la Casa de la Diabetes, recuerda que la diabetes es una alteración metabólica y que produce alteraciones a largo plazo.
Entre los síntomas están: la polidipsia (necesidad de beber mucha agua); la poliuria (ir al baño constantemente); la polifagia (tener mucha hambre); y la pérdida de peso.
Un diagnóstico fácil, según indica Lucero, es a través de una glucemia en ayunas. El valor normal es menor a 100 miligramos (mg) por decilitro. Si el valor está entre 100 y 125 mg, es una prediabetes; de 126 mg en adelante, se diagnostica la enfermedad.
La prueba de tolerancia oral a la glucosa, es otra forma de diagnóstico. El paciente ingiere 75 gramos de una bebida dulce, en ayunas. Si la medición de azúcar es menor a 140 mg, está dentro de los rangos normales; si supera los 200 mg, es una diabetes.
Al ser una enfermedad crónica, el paciente debe conocer todo acerca de la diabetes. Por ello, se consideran algunos pilares fundamentales para el tratamiento. Por un lado, la educación, donde el paciente conocerá los síntomas, las complicaciones y las bases del tratamiento adecuado. Asímismo, la nutrición adecuada es fundamental para tratar a pacientes con diabetes. La actividad física es el tercer pilar, dado que el ejercicio ayuda a controlar hiperglicemias. Por último, está el acompañamiento médico y el tratamiento farmacológico.
En lo que respecta a pacientes con Diabetes tipo 1, el tratamiento se basa en la administración de insulina, mientras que en pacientes con Diabetes tipo 2, existe una amplia gama de antidiabéticos o hipoglucemiantes orales, sostiene Lucero. (I)
DATO
El Club de Leones Cuenca apoya a la Casa de la Diabetes en sus programas de educación a la comunidad acerca de esta enfermedad.