Navegar en la red se ha convertido en un «campo minado» para las niñas en Ecuador, donde la violencia de género se ha trasladado también al ciberespacio, generando miedos que se traducen en baja autoestima, estrés emocional y problemas en las escuelas, entre otros.
Así se desprende de un estudio realizado por Plan Internacional, en 31 países -entre ellos Ecuador- sobre una muestra de más de 14.000 encuestas a mujeres de entre 15 y 25 años.
SE REPITEN LOS PATRONES
Según el estudio, más de la mitad de las niñas encuestadas ha sufrido violencia en línea, y una de cada cuatro niñas violentadas en línea dijo sentirse en peligro físico como resultado de esa experiencia.
«La violencia en línea está silenciando la voz de las niñas», comentó este martes a Efe Rossana Viteri, directora de Plan Internacional en Ecuador, un día antes de que se conmemore el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las niñas y mujeres.
De acuerdo al estudio, el 47 % de las niñas y jóvenes entrevistadas dijeron haber sido atacadas por sus opiniones y un 41 % consideraron un problema que se comparta contenido sin autorización y/o que se cuente con información personal de ellas.
El 76 % consideró que quienes las acosaban eran probablemente hombres, y el 19 % declaró que, como resultado de la violencia en línea, han restringido su uso de plataformas de redes sociales o las han abandonado por completo, lo que perjudica su participación en una sociedad tan enganchada al ciberespacio como la actual.
«Otra vez están aprendiendo a que mejor hay que estar callada porque de otra manera les atacan sexualmente, atacan el cuerpo (comentarios ofensivos)», se lamentó Viteri al agregar que el estudio también concluye que la violencia aumenta dependiendo de la pertenencia étnica.
Se trata de resultados «dramáticos», dijo al apuntar que en el caso de Ecuador, el 60 % de las encuestadas señalaron que han vivido violencia en redes sociales, y el 86 % dijo que ellas u otras niñas que conocen han recibido amenazas de violencia sexual de manera frecuente.
La mayoría de «los perpetradores son extraños, utilizan el anonimato que permiten las redes sociales para agredir, con efectos preocupantes» en sus víctimas, como la baja de la autoestima, pérdida de confianza y una creciente sensación de inseguridad física.
«CONECTADAS Y SEGURAS»
La violencia en línea es «como una extensión de la que sufren en otros espacios: calle, autobús, transporte, en la casa, en la escuela», sostiene Viteri, quien habla «de un campo minado (en el ciberespacio)» para las menores.
Recuerda que durante la encuesta, una menor de 17 años confesó que sentía «miedo» cada vez que iba a publicar algo en redes sociales, que son ahora parte fundamental de la vida cotidiana y uno de los más amplios medios para expresarse.
Para contrarrestar esos temores y combatir la violencia y el acoso en línea, han creado la campaña «conectadas y seguras», que ofrece «tips» de prevención y protección, no sólo a las menores sino para su entorno.
Por ello, les recomienda a los padres que la culpa nunca es de las menores, que realicen una captura de los mensajes e imágenes como evidencia, usen mecanismos de reporte de las plataformas virtuales, bloqueen al agresor y se mantengan alerta por si vuelven a contactar a sus hijas.
Y apunta que en caso de ciberacoso o delitos similares, es posible denunciar en la Fiscalía porque están tipificados en el Código Orgánico Integral Penal.
A las niñas les sugieren denunciar las agresiones, no callar, evitar «chatear» con desconocidos y tampoco subir información personal; visitar páginas seguras y no publicar ubicación, lugares ni fotos o videos que den cuenta del lugar donde se encuentran.
«Algunas niñas dicen que en las redes es incluso peor la violencia que la de la calle», comentó la representante de Plan Internacional, organización que recuerda que las redes sociales y el internet son herramientas que usan los delincuentes «para captar personas para la trata con fines de explotación sexual».
De las víctimas detectadas de trata en el mundo, «más del 70 % son mujeres, 23 % son niñas», alerta la organización, empeñada ahora en conseguir que el ciberespacio sea un sitio seguro. EFE