Terminando el mes de noviembre- mes del Bicentenario de la Independencia de Cuenca- circulan cinco nuevos libros publicados por la Universidad del Azuay. Días antes, el tres de Noviembre, la UDA entregó a la ciudad y puso al servicio de los estudiantes un nuevo y moderno campus ubicado en la parroquia Baños.
Anuncia simultáneamente varios posgrados en diferentes áreas, entre ellas en Filosofía. En tiempos groseramente pragmáticos como son los de ahora, un posgrado en Filosofía es una bocanada de aire fresco en el enrarecido mundo universitario golpeado por una década de autoritarismo estatal y los intentos de quitarle autonomía. Esta semana desarrolla un Congreso de Ética, en un país en donde la Ética es un arcaísmo en los últimos años. Es una forma de reivindicar en los hechos -no solamente en declaraciones-la misión de buscar la verdad a través de la razón, como corresponde a una universidad.
Estos son malos tiempos para la cultura, de manera que publicar libros es casi una hazaña. Entre las obras que circulan, hay para varios gustos. Por ejemplo, un estudio sobre el primer Plan Regulador de Cuenca de fines de los años cuarenta, Plan que hizo de ésta una ciudad preparada para el futuro, cosa que no ocurrió con otras urbes que hoy sufren las secuelas de la improvisación.
El nuevo Campus albergará a la Unidad Educativa Asunción y a carreras tecnológicas de la UDA. Se trata de una construcción de primera, con calidad constructiva, funcionalidad y respeto al ambiente.
La Universidad del Azuay- con más de medio siglo de camino recorrido- se reafirma en el Bicentenario de Cuenca, sin abandonar los principios que siempre le guiaron: calidad académica, pluralismo y servicio a una sociedad que valora el aporte que esta institución ha dado y sigue dando con las actuales autoridades. Y, se festeja y festeja a Cuenca con cultura. (O)