“Como ninacurito relumbrando/ los ojitos del niño están/ y los mosquitos revoloteando/como angelitos viene y van/ Y mama Virgen con cariño/ al niño dice mi flor/ qué linda mamá/ qué lindo niño/ entre ambos miso/ son más mejor/ Vuélvete al cielo mamitico/ porque el árbol de la cruz y las espina/ todititos han sembrado para vos/ ¡Esconde mama a tu Jesús!”. Este villancico popular, cuya autoría se diluye en el misterio de los tiempos, a más de celebrativo y amoroso, es una dolorosa denuncia de la eterna continuidad de los desequilibrios sociales y de una colectividad desbordada por su codicia y su sinrazón. Nuestro país, por ejemplo, es el segundo en América Latina con los mayores índices de desnutrición crónica infantil; entre marzo y diciembre del 2020 se reportaron 79.946 llamada al ECU 911 por violencia intrafamiliar; cada día dan a luz 7 niñas de entre 10 y 14 años; el doloroso peregrinaje de niños inmigrantes –la mayoría venezolanos– buscando posada y refugio mientras decenas de niños y niñas ecuatorianos en manos de coyoteros van camino a los EEUU… ¡Esconde mama a tu Jesús! (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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