Un año ya que el mundo resiste momentos aciagos por la plaga del coronavirus, el cual ha dejado tal cantidad de muertos solo comparable a las grandes conflagraciones o catástrofes mundiales. Si en las guerras y siniestros surgieron personas que se comportaron de manera valerosa y con determinación hasta tributar con sus vidas por los demás, esta pandemia también ha contado con profesionales de la salud cuyas actitudes heroicas y silenciosas han asombrado a la humanidad.
Médicos, enfermeras y paramédicos desde sus cuarteles hospitalarios o afuera de ellos, han luchado por la vida y la salud de sus congéneres, ofertando sus vidas en el campo de batalla. Autoridades, familiares y amigos de los contagiados y muertos los calificaron de “héroes de blanco”. Como símbolo de lucha y resistencia se les endosó la canción “Resistiré” del compositor Carlos Toro, que puso en la palestra al dúo Dinámico. Hoy continúan coreándolos a los sobrevivientes que atemperan la muerte, la angustia, la ansiedad y la depresión, mientras a algunos de sus compañeros que cayeron en la guerra ya ni se los nombra.
En la cúspide de la peste, cuando los muertos se recogían en portales y calles, en los pasillos y salas de hospitales, estaban entre ellos personal de la salud. Ahí recién los beneficiaros reclamaban por la seguridad y protección de sus soldados. Más tarde, la fuerza moral y la protesta social hicieron que el Gobierno y los legisladores dictaran la Ley Humanitaria que, entre pocas bondades, reconocía su trabajo riesgoso concediéndoles estabilidad laboral, remuneración a los postgradistas y nombramientos a especialistas.
La Ley pronto fue sustituido por diplomas honoríficos, como aquel dado en un endeble cartón que expresa: “Ministerio de Salud Pública. Hospital N.N. Extiende el presente certificado de reconocimiento a N.N., por su valiosa entrega sanitaria por el COVID-19. Su esfuerzo y sacrificio han permitido salvar vidas, anteponiendo su propia integridad en beneficio de nuestros pacientes. Agradecemos profundamente su sentido de vocación y compromiso que han engrandecido a esta institución, y llenado de orgullo a sus familias y a todo el país. Gobierno de la República del Ecuador”. (O)