La lucha contra el cáncer en medio de la emergencia sanitaria

Además de soportar el paso de la pandemia, Ana Barros, de 33 años, tiene que resistir a un cáncer que llegó hace diez meses con dolores y con necesidad de dinero. En un abrir y cerrar de ojos, como dice ella, su situación cambió. Su hogar dejó de ser su casa en Buenos Aires de Sayausí porque los centros de salud suplantaron lo que conocía.

En un principio, Ana creyó que estaba embarazada, sin embargo, luego de los exámenes, supo que tenía un tumor en su útero. Creyó que ello podría solucionarse en una clínica, pero terminó en Solca. Fue entonces cuando se agravaron los problemas: no tenía seguro y no hubo más remedio que pedir un préstamo para costearse los gastos que vinieron.

“En lo económico es en lo que más se sufre. También la parte psicológica es dura porque está la familia. No soy solo yo. La situación es extraña porque estando una bien, se entera que tiene cáncer. La situación es dura porque están las quimioterapias”, dice Ana, quien ha tenido que pasar ya por 22 quimioterapias.

Esperanza

Su esposo tuvo que dejar de trabajar para poder cuidarla porque al inicio de la enfermedad no podía estar sola. Esto solo complicó todavía más el ambiente. No obstante, los médicos que la atienden dijeron que la enfermedad es curable y eso ha sido el aliciente para mantenerse de pie.

“Yo le dije a Dios que me dé vida porque tengo a mis hijos pequeñitos. Por ellos luché duro, no me decaí. Jamás he dicho que porque tengo cáncer me voy a morir. Mejor me levanté, he puesto ánimo. En las quimioterapias sí decaí pero era por eso. De allí siempre le pongo ánimo y le doy ánimo a mi familia”, dice Ana.

Y así ha sido: aceptar a la enfermedad, y además de encomendarse en lo que cree, esperar el trabajo de los doctores que han logrado de alguna manera apaciguar los dolores. La última vez que entró a la quimioterapia fue hace un mes, y espera no volver a hacerlo.

Ahora se siente mejor. Y aunque en su voz se nota el cansancio, intenta que su discurso positivo se mantenga en medio de la emergencia sanitaria que ha complicado todos los tratamientos de los enfermos de cáncer.

Cada mañana busca la manera de incentivar a su familia, a sus hijos, a su esposo, para que ellos también profesen la esperanza que ella mantiene a diario porque es la única manera de sostenerse y enfrentar al cáncer.

Ayudas

Ana, desde que le diagnosticaron la enfermedad en su cuerpo, ha conocido la realidad que envuelven a los pacientes: los dolores, la economía y la impotencia de poder hacer algo porque el cáncer limita el accionar al que se estaba acostumbrado.
Para ella es necesario que haya una ayuda por parte del Estado a través del Ministerio de Salud, con convenios que faciliten los gastos que llegan con la enfermedad.

“Es duro esto, y es más duro para las personas como nosotros que no tenemos un convenio que alivianen los gastos diarios. Como dije a mí me tocó pedir un préstamo para cubrir con una cirugía y los medicamentes que se requieren. Fue la única manera”.

Ana tienen una nueva cita médica a finales de febrero para revisar su estado de salud. Desde ya piensa que van a haber buenas noticias, que se atisba el final de estos diez meses de dura batalla contra la enfermedad junto a los suyos. (I)

Impacto de la COVID en pacientes con cáncer

• En Ecuador, según Globocan, durante el 2020 se detectaron 29.273 nuevos casos de cáncer, de los cuales 15.123 fallecieron por esta causa. (14890 Coronavirusecuador.ec)

• Según un estudio realizado por IQVIA Ecuador, en octubre de 2020, el 50% de pacientes oncológicos encuestados, tuvieron un retraso en sus tratamientos, impactando directamente en la mortalidad de los pacientes.

• En una encuesta realizada por Acuerdo Contra el Cáncer, dirigida a evaluar el acceso a los servicios de salud para las personas con la enfermedad durante el periodo de pandemia, el 58,3% manifestó haber tenido dificultades para acceder a los servicios de salud durante la cuarentena.

• Al igual que otros tratamientos de salud, las biopsias y quimioterapias se interrumpieron desde la llegada del virus al país. De acuerdo con IQVIA Ecuador, el 63% de esta suspensión se produjo por la falta de recursos para biopsias y tratamientos oncológicos, incidiendo directamente en la oportunidad de detectar la enfermedad a tiempo.

• Según el estudio de IQVIA, denominado: Impacto COVID en el Ecuador, para octubre de 2020 apenas el 61% de los pacientes en Ecuador retomaron sus tratamientos en las instituciones donde asistían antes de la pandemia.

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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