La clínica comunitaria Monseñor Romero inició su primera jornada de vacunación contra la covid-19 para pacientes que residen en el centro y el este de Los Ángeles, una comunidad latina convertida en el epicentro de la pandemia a nivel nacional en las últimas semanas.
Esta clínica comunitaria, el centro médico insignia de los mexicanos y centroamericanos de Los Ángeles, muchos de ellos indocumentados, vacunó a pacientes mayores de 75 años con dosis de la farmacéutica Moderna, una de las dos que se suministran actualmente en EE.UU..
El centro recibió del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles un centenar de dosis y espera ofrecer más jornadas de vacunación a medida que haya más vacunas disponibles y accesibles.
Según la clínica, desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, sus pacientes han sufrido una tasa de positivos del coronavirus cercana al 40 %, número significativamente más alto que el del 16 % del total del condado de Los Ángeles.
Esto se debe a que muchos de sus residentes son considerados trabajadores esenciales y deben trabajar de cara al público, explican.
De sus dos centros angelinos, donde atienden a unos 12.500 pacientes, la que inició la vacunación este sábado fue la ubicada en el barrio de Boyle Heights, con una gran concentración de mexicanos.
Solo en el condado de Los Ángeles se han registrado 1.138.764 positivos de la covid-19, el que más casos suma de todo el país, y doblando las cifras del segundo. Y también es el de más muertes por esta enfermedad en EE.UU., con 17.764, lejos de las 8.900 del condado de Cook (estado de Washington).
Carlos Vaquerano, director ejecutivo de este centro de salud sin fines de lucro, dijo a Efe que esta acción viene a responder los grandes retos que afrontan las comunidades a las que atienden en Los Ángeles.
«Estamos en zonas muy, muy afectadas por la covid-19, a esto le tenemos que sumar que muchos de ellos tienen condiciones preexistentes, no tienen transporte y sabemos que tampoco se les da bien lo de la tecnología para poder acceder a las citas en los megacentros (de vacunación). También muchos están solos o sus hijos trabajan todo el día», explicó.
A pesar de la complicada situación que vive la zona, lamentó que por ahora solo disponen de un centenar de vacunas, que apenas les alcanza para atender al 1 % de sus pacientes.
«Somos conscientes de que hay pocas dosis, pero estamos pidiendo al condado, al estado y al Gobierno de (el presidente Joe) Biden que se den cuenta que estas comunidades hispanas, indocumentadas y de bajos recursos están siendo muy afectadas. Nuestra gente se está muriendo, y no estamos haciendo lo necesario para protegerlos», declaró.
Muntu Davis, oficial de salud del condado de Los Ángeles, reconoció esta semana que la mortalidad de los latinos es tres veces mayor que la de las comunidades blancas, y las muertes de latinos por la covid-19 han aumentado un 1.000 % desde noviembre de 2020 en el condado de Los Ángeles.
A pesar de esta situación, que es generalizada en todo el país, el reparto de las vacunas está llegando antes a la población blanca no hispana, lo que ha generado críticas por parte de dirigentes de las minorías. EFE