El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador «ni aprobó ni rechazó» este martes un nuevo recuento de votos de las elecciones del 7 de febrero en su país, propuesta que se desprendía de un pacto entre los dos candidatos que rivalizan por el segundo puesto y, con ello, por pasar al balotaje o segunda vuelta del 11 de abril.
El resultado de la votación, llevada a cabo esta noche en una dramática reunión del Pleno del CNE, terminó con dos votos a favor, uno en contra, una abstención y la ausencia de uno de los consejeros, insuficiente para aprobar el informe técnico jurídico que avalaba el recuento parcial en 16 provincias del país y del 100 % en la de Guayas.
«No se aprueba el informe; ni se aprueba ni se niega el informe», aclaró un tanto perplejo el secretario de la sesión tras la votación, con la que se esperaba resolver el atolladero electoral en el que se encuentra el país desde las elecciones.
FUERTE DIVISIÓN INTERNA
El voto disonante de los cinco consejeros del CNE pone de manifiesto las severas discrepancias dentro del organismo sobre el acuerdo alcanzado el viernes entre los candidatos centroderechista Guillermo Lasso e indigenista Yaku Pérez, que acabaron en un empate técnico y con denuncias de este último sobre un supuesto fraude.
En los comicios los ecuatorianos fueron llamados a elegir a su presidente, su vicepresidente, 137 miembros de la Asamblea Nacional y cinco del Parlamento Andino.
Pero diez días después, y con el correísta Andrés Arauz como claro ganador con el 32,72 % de los votos, es la puja por el segundo puesto la que origina el conflicto dentro de la sociedad ecuatoriana y la que atrae toda la atención mediática sobre el inacabado proceso electoral.
Pérez, con un 19,38 %, asegura que se han producido irregularidades que le han bajado del segundo al tercer puesto, privilegiando a Lasso que ahora tiene el 19,74 % de los votos.
Auspiciado por el CNE y bajo observación de la Misión Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), el acuerdo trataba de poner fin a la crisis, pero el informe presentado por el director nacional de Asesoría Jurídica del CNE, Enrique Vaca, avalando el pacto y estableciendo las pautas legales para un nuevo escrutinio, no ha pasado su prueba crucial.
PROBLEMAS LEGALES
«Es necesario el reconteo de votos para ratificar la transparencia y la limpieza del proceso electoral», había advertido ante sus colegas la presidenta del CNE, Diana Atamaint, que se vio respaldada únicamente por la consejera Esthela Acero.
Su vicepresidente, Enrique Pita, optó por la abstención con base en que un nuevo escrutinio podría «afectar al calendario» electoral en la segunda vuelta, y a que «60 u 80 actas con inconsistencias no pueden generar una sensación o impresión de que ha habido un fraude masivo desde esta institución», como reclama Pérez.
Los otros dos consejeros, Luis Verdesoto y José Cabrera, expresaron su disconformidad con aspectos de forma y procedimiento.
Cabrera consideró que, antes de dar paso a cualquier reclamación, «corresponde terminar el escrutinio y, cuando esté en firme, proceder a la proclamación» de resultados.
De ahí, dar paso a cualquier reclamación por parte de los candidatos y abrir el CNE ante un acuerdo como el que se proponía este martes.
Más enérgico fue Verdesoto, que consideró que el informe técnico-jurídico era «parcial» y hasta presentó una moción para que fuera retirado y redactado de nuevo hasta reflejar «la hondura histórica» del acuerdo alcanzado y del «diálogo nacional» emprendido.
Pero respaldó la demanda de Lasso de que al informe se adhieran los dieciséis candidatos que se disputaron la presidencia, y no solo los dos en la puja por la segunda plaza para el balotaje del 11 de abril.
FUTURO INCIERTO
La falta de pronunciamiento del CNE ha dejado a Ecuador en la mayor de las incógnitas.
El portavoz del organismo, Mario Calvache, explicó que ahora «el CNE debe proclamar primero los resultados» y, solo entonces, se abrirá la posibilidad a «cualquier recurso».
Técnicamente, la ley establece que los resultados preliminares deben ser publicados diez días después de las elecciones, es decir, este miércoles.
Pero el portavoz recordó, que antes de la sesión, el Pleno había dado su venia a una ampliación por cuatro días de los plazos de escrutinio.
Ello debido a que las actas de las circunscripciones del extranjero, donde habían sido convocados a las urnas unos 410.000 ecuatorianos, no pudieron llegar a tiempo por el mal clima en el aeropuerto de operaciones de DHL en Estados Unidos.
PRIMERAS PROTESTAS
El rechazo a reabrir urnas llevó inmediatamente a las calles a varias decenas de simpatizantes deYaku Pérez y de su movimiento plurinacional Pachakutik.
«¡Yaku, amigo, el pueblo está contigo!», gritaban una y otra vez los militantes frente a la sede nacional del CNE en Quito.
Una muestra del rechazo que diversas organizaciones indígenas ya habían expresado el lunes, cuando surgieron las primeras discrepancias entre los consejeros y se canceló una reunión del organismo electoral para dilucidar sobre el asunto.
Carlos Sucozhañay, presidente de Ecuarunari, la organización indígena de la sierra andina, advirtió de una movilización generalizada en cada uno de los territorios de las nacionalidades indígenas de Ecuador.
La cancelación de la reunión el lunes también provocó una dura crítica por parte de la Misión de Observación Electoral de la OEA y del propio presidente ecuatoriano, Lenín Moreno.