Los procesos electorales son mecanismos de las elecciones democráticas, para renovar el sistema político del Estado, por eso se proponen en su desarrollo los candidatos y las propuestas de gobierno, por lo general las sociedades entran en una etapa de estudio y verificación de los logros, avances y también fracasos de la conducción gubernamental.
El Poder político es la clave, pero en el concurren los factores económicos, sociales y culturales de la comunidad. No se puede pretender un poder político sin el conjunto de los mismos. Por lo general la Política está condicionada por los elementos objetivos de la empresa y de la producción, y como es obvio del trabajo y la calidad educativa de los sectores sociales diversos, de los movimientos y partidos. De los candidatos a las diferentes representaciones y funciones del Estado. A mayor preparación corresponde o debe corresponder el crédito que se otorgue a los postulantes. Este cuadro es típico a una realidad positiva de la acción política y electoral, lo que no encaja en estas realidades operantes, tanto en nuestro medio como en sociedades desarrolladas, es la irrupción mediática de los populismos, en sus diversas opciones. Por eso se encuentran los fenómenos habituales de corrupción, caudillos y demagogos.
Hoy vemos en Ecuador como un sector político caracterizado por 10 o más años de gestión corrupta con un candidato de escasa luces, ocupa el primer puesto en las votaciones, entonces la auditoría ordenada por la Contraloría del Estado o la investigación de la misma Fiscalía tienen plena razón de ser ¿De dónde provienen esos recursos financieros, con los que se ha movido la maquinaria electoral de ese sector? Se hace patente la necesidad de depurar los sistemas y procesos electorales. (O)
