Frente al clamor de prácticamente la totalidad de los municipio s del país, en el sentido de que, estos puedan de alguna manera, gestionar la adquisición de vacunas contra el COVID-19, a fin de cubrir la inoculación en las poblaciones respectivas, el Gobierno Nacional ha ofrecido tratar esta petición, aunque sin la seguridad hasta el momento de que pueda viabilizares la exigencia de los gobiernos seccionales, ya que paralelamente, el titular del Ministerio de Salud, ratifica que la compra de vacunas se hace solamente a nivel de las casas farmacéuticas y los gobiernos centrales de cada país.
La preocupación por vacunas, tiene asidero, en la medida en que el inicio del programa de vacunación en el Ecuador, que lleva más de dos meses de haberse formalmente comenzado, hasta ahora, solo representa un mínimo porcentaje del personal denominado de primera línea en los hospitales y más centros que atienden los casos más graves de la pandemia, y está por iniciarse la inoculación del antídoto en algunos centros geriátricos, mientras en paralelo el nivel de contagios se incrementa día a día en todo el país, ya que, lamentablemente, buena parte de la población no cumple con los protocolos de seguridad por diversas razones, generalmente por indisciplina, o la necesidad imperiosa de exponerse en las calles y más sitios públicos de alta concentración, para ganarse el sustento diario.
Por lo tanto, es de imperiosa necesidad que el Gobierno, y en especial el responsable de la vacunación, esto es Ministerio de Salud, tomen en cuenta que el Ecuador no puede esperar, o más bien hallarse como hasta ahora, a la cola en América del Sur en cuanto al ritmo de la campaña, ya que países vecinos como Colombia y Perú, pese a que formalmente iniciaron sus respectivas campañas de vacunación después de la ecuatoriana, ya han logrado inmunizar a miles y miles de sus compatriotas, en tanto aquí los ecuatorianos continuamos aguardando que el fin lleguen las vacunas, pero no de manera restringida como hasta ahora, sino efectiva.
