La pasividad, la lentitud, el desconocimiento, el mirar hacia otro lado, el minimizar cosas importantes, el desentenderse de lo que sucede en el entorno, el pretender distraer la atención de lo que verdaderamente importa y los procesos tan aletargados han venido perfilando los rasgos característicos del gobierno nacional de turno. Estimado lector, ¿comparte conmigo el criterio?, de no ser así, solamente revisemos un par de casos que le pondrán en perspectiva lo que se pretende transmitir en estas pocas líneas.
En primer lugar deberíamos observar que sucede en las instituciones de atención ciudadana y sus efectos cuando se pretende obtener una cedula de identidad, un pasaporte o una licencia de conducir y tratar de comprender la razón por la cual un procedimiento diario y que justifica el funcionamiento de la dependencia que brinda dicho producto, llega a demorar meses de espera a fin de conseguir finalizar un trámite o solicitud.
Digamos que lo expresado en el párrafo anterior sirvió de preámbulo para exponer lo que verdaderamente pesa hoy en día, y es que nos queremos referir al terrible suceso vivido entre los días lunes y martes pasados con la famosa campaña a la cual denominaron como plan vacunación. Tristemente nos podemos referir a esa experiencia como lamentable y frustrante, si, así de simple y directo ya que no podemos denominar de otra forma a un proceso que hemos venido esperando durante muchos meses, que hemos visto ejemplos exitosos de otros países, que llena de esperanza a toda una nación, pero que tan poca consideración han sabido demostrar las autoridades al desentenderse, diseñar procesos inadecuados, demorados y que simplemente no han logrado conseguir lo que durante todo este años hemos venido esperando con ansias y anhelo. (O)
