Andrés Arauz, candidato progresista para la presidencia de Ecuador, cerró este miércoles su campaña en la zona costera con una masiva concentración en el norte de Guayaquil, la ciudad más poblada del país, donde evocó a la Revolución Ciudadana que lidera el expresidente Rafael Correa.
Sin ambages, destacó al Gobierno de Correa (2007-2017), aunque remarcó que ahora hay una «renovación generacional» que permitirá, según dijo, mejorar la anterior administración, corregir errores y sumar a todos los sectores sociales en un «nuevo bloque progresista».
«Soy parte de la Revolución Ciudadana», proclamó Arauz en el mitin político, en el que dijo estar seguro del triunfo en el balotaje del domingo, cuando disputará el poder al conservador Guillermo Lasso.
El joven candidato, de 36 años, insistió en que «es el momento de la renovación generacional» y que ello también lo ha entendido Correa, quien reside en Bélgica desde que terminó su mandato en 2017.
Arauz consideró imperativo «recuperar la patria» del gobierno de Lenín Moreno, el actual mandatario que fue correligionario de Correa y que, tras sucederle, se convirtió en su más acérrimo rival político.
Recordó que incluso estuvo a punto de impedirse la participación del correísmo en el actual proceso electoral que, finalmente, pudo postularle bajo la coalición Unión por la Esperanza (UNES).
Con esa fórmula, la Revolución Ciudadana pudo «resurgir luego de la represión, de la persecución, de la proscripción, del incesante chantaje, de las amenazas, de todo lo que hicieron para impedir nuestra participación» electoral, insistió.
Arauz está convencido de tener el apoyo de la mayoría de electores, aunque hoy convocó a los militantes de su formación política a «cuidar» cada uno de los votos que se consigan el próximo domingo.
«La historia nuevamente hablará» y se dará continuidad a este «proyecto progresista», en un momento en que el pueblo ecuatoriano «está sufriendo, está dolorido, está indignado» por «una situación tan dura como la pandemia», señaló el candidato.
Una situación de la que culpó a Moreno, que ha sido criticado por la lentitud y problemas en el proceso de vacunación, que incluyó la aparición de una lista de personajes que recibieron las dosis con privilegio y escogidos desde las esferas del Ejecutivo.
Arauz recordó también que Guayaquil, en los primeros meses del año pasado, fue golpeada con dureza por la pandemia del coronavirus, ante una supuesta falta de respuesta adecuada por parte del Gobierno de Moreno.
Mientras la gente se indignaba por la aparición de muertos en las calles y la proliferación de ataúdes de cartón, el Gobierno «estaba pre-pagando anticipadamente 2.000 millones de dólares» a poseedores de bonos la deuda exterior del país, lamentó Arauz en su efusivo discurso.
Además, dijo que el aumento del desempleo y de la precarización de los niveles de vida de la población, repercutirá en las elecciones del domingo, pues opinó que la mayoría de ecuatorianos se pronunciará por «recuperar su dignidad».
Convencido de que vencerá también en Guayaquil, considerado como el bastión de la derecha ecuatoriana, señaló que, como en la primera ronda de las elecciones, los guayaquileños tienen «el deber de derrotar a la oligarquía en su propio reducto». EFE