Las autoridades migratorias de Estados Unidos interceptaron en abril pasado a un total de 6.159 venezolanos que atravesaron de forma irregular la frontera desde México, según cifras a las que tuvo acceso este viernes Efe.
Esta cifra representa un importante aumento al compararse con la de abril del año pasado, cuando tan solo fueron 36, aunque fue en pleno estallido de la pandemia de la covid-19.
También representa un importante aumento con respecto a los 459 venezolanos que cruzaron en enero de este año, de acuerdo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
Al mes siguiente, en febrero, fueron encontrados 1.082 ciudadanos venezolanos y en marzo la estadística subió hasta las 2.740 personas interceptadas.
El número de venezolanos que cruzan sin permiso la frontera sigue lejos de los mexicanos, la nacionalidad con más personas interceptadas en la línea divisoria, con 62.578 casos en marzo y 65.555 en abril, respectivamente.
En las últimas semanas han circulado en las redes sociales videos o impactantes fotografías de grupos de presuntos venezolanos que cruzan caminando el río Bravo, que separa a Estados Unidos de México, y que en algunos casos debieron ser auxiliados por agentes fronterizos estadounidenses.
Uno de estos grupos fue captado en mayo pasado por la cadena Fox News, que transmitió cómo hombres y mujeres jóvenes alcanzaban la orilla estadounidense, algunos de ellos llorando.
Esta semana la atención se volvió a centrar en los venezolanos, después de que otro contingente de personas que se identificaban como originarias de ese país arribara a EE.UU. tras pasar el río, entre ellos una anciana que debió ser cargada por uno de sus compatriotas, quien completó el recorrido ayudado por un uniformado estadounidense que se sumó a atender a la agotada mujer.
Un bebé que hacía parte de ese grupo fue sostenido en brazos por una oficial de fronteras mientras su madre llegaba a tierra firme.
«Estas imágenes y las dolorosas historias detrás nos desgarran el alma», escribió en su cuenta de Twitter Carlos Vecchio, el enviado del líder opositor Juan Guaidó, a quien el Gobierno de Estados Unidos reconoce como presidente interino de Venezuela.
Vecchio se quejó de que esta situación es el «legado» del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez (1999-2013), y del actual presidente de ese país, Nicolás Maduro.
El Gobierno del presidente Joe Biden otorgó el pasado 8 de marzo el amparo migratorio Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) a unos 320.000 venezolanos residentes en este país, que con ese permiso no serán deportados y podrán trabajar legalmente durante los próximos 18 meses.
Hasta el pasado 16 de mayo, al menos 38.000 venezolanos habían presentado su solicitud para recibir el TPS, reveló a Efe el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS). El plazo de inscripción concluye el próximo 5 de septiembre. EFE