La Asamblea Nacional declaró el 23 de junio como el Día Nacional de los Páramos del Ecuador por su importancia ecológica, económica, social y cultural, a lo que debería añadirse su rol en el mantenimiento de la vida en general y la supervivencia de los pueblos no solo de la sierra sino de todo el territorio nacional.
En efecto, los páramos proveen servicios ecosistémicos relacionados con la producción y reproducción del agua y su ciclo natural, retención y reserva de agua, control de inundaciones, mantenimiento de flora y fauna endémica, regulan el clima y son sumideros de carbono que contribuyen a reducir el calentamiento global, a la vez que sustentan a las comunidades de altura y sirven para el turismo y la recreación. No está por demás señalar la presencia de los páramos en la historia y la cultura nacional, su vinculación con el sistema de haciendas y comunas indígenas, caminos, tambos y observatorios de pueblos aborígenes, cimientos constitutivos del Ecuador andino.
Los páramos forman parte de los ecosistemas frágiles junto con los humedales, bosques nublados, bosques tropicales secos y húmedos, manglares, ecosistemas marinos y marino costeros; su conservación, protección y restauración es de interés púbico, así lo reconoce la Constitución, el Código del Ambiente y la Ley de Tierras Rurales que a su vez prohíben su afectación, tala y cambio de uso del suelo, sin embargo de lo cual, la voracidad de las transnacionales mineras y la actitud venal de algunas autoridades, ponen en grave riesgo de destrucción a los páramos por la pretensión de instalar explotaciones mineras, así como también por la ampliación de la frontera agrícola, introducción de plantas exóticas, incendios y en general actividades antrópicas agresivas con la naturaleza.
En el caso de Cuenca todo el territorio del cantón depende de ciertas áreas de incidencia estratégica para su desarrollo, que incluyen a los páramos como uno de sus componentes principales, donde viven comunidades campesinas marginadas que luchan por su supervivencia y pueden contribuir a mantener este patrimonio natural a condición de establecer políticas públicas para su inclusión social y sustentación. A defender los páramos que son las fábricas de agua y fuentes de vida para Cuenca. (O)