Entre mis gratos recuerdos de la vida colegial en el querido Benigno Malo están los paseos de carnaval. Democrática se elegía el lugar preferido y en los seis años recayó en Gualaceo. Claro que los últimos años la elección resultaba inoficiosa sabiendo que en el Jardín Azuayo estarían también las lindas del Garaicoa, Herlinda Toral, Salesianas, etc y allá debíamos ir, de pronto con suerte alguna chica nos para bola.
Con los hijos, la familia, los amigos igualmente, sin desmerecer a los restantes 14 cantones hermosos, Gualaceo sigue siendo destino preferido. Pues sus atributos son numerosos: el Santa Bárbara y sus encantadoras riberas, clima más abrigado, urbe con historia, calzado, artesanías, buena gastronomía sin que pueda faltar: rosero, tortillas, delicioso ornado y fritadas de Certag, pero sobre todo su gente trabajadora y bondadosa.
En los fines de semana irrumpen miles de azuayos, sin embargo, asoman las notorias limitaciones urbanas: vía de acceso sobresaturada, localidades de Bulcay hacia Gualaceo sin aceras, comercios, restaurantes en desorden, la Av. Roldós soporta demasiado tráfico local e interprovincial, calles con calzadas y acera en mal estado, escasas áreas verdes, ¡ya no es jardín azuayo! Se suma el desorden en el mercado, no hay parqueos suficientes. Todo aquello evidencia que no hubo una adecuada planificación por lo menos en los tres últimos lustros con regulares y malas administraciones que no dieron respuesta a la afluencia turística y comercial masiva.
¡Qué ciudad no quisiera tener un movimiento comercial y turístico como Gualaceo! ¡Qué otra urbe tiene tantas fortalezas juntas!
El Alcalde actual Gustavo Vera, seguro quiere pasar a la historia, pero debe realizar una planificación visionaria, buscar recursos internacionales para mejorar la movilidad, mercados, parques; embellecer y reverdecer al jardín azuayo, debiendo ser apoyado con profesionales de experiencia y visión de futuro para potenciar toda su riqueza natural, artesanal y cultural y siga siendo destino preferido de colegiales, familias azuayas, porque no del país entero. (O)