En la historia de los avances tecnológicos y su impacto en la humanidad, cambios inicialmente extraños y asequibles a un limitado número de personas calificadas, se generalizan luego y llegan a todos los sectores de las colectividades. En los inicios del siglo pasado, se introdujeron los vehículos automotores que cambiaron drásticamente los sistemas de comunicación, en nuestros días su uso es tan generalizado que afecta a todos, al margen de condiciones económicas y niveles de desarrollo. Algo similar ocurre con la comunicación de ideas que se inició con el telégrafo. Muy difícil imaginar lo que ocurriría si desaparecieran.
En los últimos decenios la informática implica un cambio fuerte en actividades de diferente índole de los seres humanos. Los cambios en la solución de problemas y la su rapidez para salir adelante en situaciones que antes llevaban largo tiempo son evidentes, pero además influye seriamente en el ordenamiento de la vida. La pandemia que nos agobia amenazó con detener los procesos educativos en todos los niveles, pero, con limitaciones, la educación virtual evitó esa situación. Deberá pasar algún tiempo para poder evaluar con objetividad los resultados, pero es innegable la solución, mostrando la necesidad de contar con suficientes equipos, sobre todo en los sectores marginales y rurales.
Una medida del gobierno disminuirá el costo de computadores y a afines importados, lo que facilita su adquisición en sectores de bajos recursos. Es impostergable que se tomen medidas para que el servicio de internet llegue con razonable facilidad a todos los sectores del país. El ejercicio del poder requiere acoplamiento a los cambios mundiales y locales de una sociedad dinámica. En el caso de la informática no se puede esperar. Tratándose de la educación sus componentes se han convertido en “útiles escolares”. Somos conscientes de los elevados costos de estos servicios, pero no cabe esperar. Nos ha tocado vivir la época de avances de la” inteligencia artificial», hay que enfrentarla.