Ángel Rai Espejo Vega se graduó como abanderado del Pabellón Nacional 2021 de la Unidad Educativa Otto Arosemena Gómez con un promedio de 9.45/10. Dice tener afinidad con casi todas las materias curriculares. “En las que más bajo promedio tengo es en Lengua y Literatura, en Química también no soy tan bueno”.
Sus padres Martín Espejo Celi y Katiusca Vega Ochoa llegaron desde Marcabelí, cantón ubicado al sur de la provincia El Oro, para ser testigos y felicitar la disciplina y responsabilidad con la que su hijo asumió sus obligaciones tras separarse de la familia por perseguir sus sueños.
Ángel afirma que se caracteriza bastante por ser responsable. “He estado estudiando acá los dos últimos años de Bachillerato. Mis padres no me presionaban, no estaban allí diciéndome qué tengo que hacer, lo que hice fue por mi propia cuenta”.
Formación
Los estudios los llevó a la par del compromiso adquirido como jugador de las categorías Sub 18 y Reserva del Deportivo Cuenca. “Me formé en una escuela Atlético Balsas, luego pasé a Fuerza Amarilla, allí jugué tres años, pero el equipo perdió la categoría por eso aposté venir acá al Deportivo Cuenca. También viví en Guayaquil, estuve en una academia del Barcelona SC en 2009”.
Tenía 16 años cuando vino a probar fortuna en el Expreso Austral aprovechando que una tía radicaba en Cuenca. Por la COVID-19 regresó a su tierra y cuando las cosas se fueron normalizando le volvieron a llamar. Ya que la tía se cuida bastante de la pandemia, hoy vive con un amigo en un departamento que rentan con apoyo de sus padres.
En sus inicios se desenvolvía como extremo y lateral zurdo. Ahora juega como zaguero central con la confianza del profesor Bruno Benítez. “Había escasos centrales, el profe apostó por mí y me quedé allí”, cuenta el joven futbolista que tiene como referentes a los nacionales Piero Hincapié y Byron Castillo.
Virtudes
Aunque su 1,69m de estatura no está entre los estándares de un defensor central, Espejo está convencido que su habilidad para salir jugando, su tranquilidad, su técnica e inteligencia le han ayudado a ser confiable en esa posición.
Su sueño es ser futbolista profesional y para irlo consolidando piensa establecerse en la capital azuaya. En lo que va de la temporada jugó con la reserva ante Manta FC y Guayaquil City y con la Sub 18, contra 9 de Octubre y Barcelona SC.
Entre sus planes académicos está estudiar alguna carrera afín al fútbol: preparador físico o director técnico. Por ahora quiere concentrarse sólo en lo deportivo. “No quiere decir que vaya a descuidar los estudios, porque entiendo muy bien que es importante para la vida, pero quisiera aprovechar esta oportunidad que me están dando”. (BST)-(D)