En los pasillos se escuchaba: “por fin”, mientras por lo menos una docena de personas iba y venía para finiquitar con el trabajo que empezó hace cinco años. Lo que inició como un sueño, como una idea, terminó por convertirse en una de las infraestructuras educativas más grandes del austro: la Clínica de Especialidades Odontológicas de la Universidad Católica de Cuenca.
La concepción del proyecto surgió cuando la carrera de odontología de la institución superior comenzó a renombrarse en la ciudad. Fue entonces que se ideó una infraestructura que vaya más allá de la enseñanza tradicional y de la formación de odontólogos.
Para ello se requerían recursos económicos que apuntarán a dos factores principales: un espacio grande y herramientas actualizadas.
“Lo que nos propusimos fue tener un espacio que solo se veía en el extranjero, en las universidades de primer nivel. Los estudiantes tenían un problema en común. Salían al exterior y comparaban la tecnología que teníamos deficiente pero ahora nosotros nos pusimos a la vanguardia”, explicó Santiago Reinoso, subdecano de la Unidad Académica de Salud y Bienestar.
Mientras se levantaba el edificio, se buscaron las herramientas tecnológicas en el exterior. Y desde hace algunos meses, la institución recibió una serie de objetos de Alemania que compondrían los laboratorios de la clínica. Para esto se invirtió más de un millón de dólares.
Investigación
Las herramientas que se adquirieron pasaron a formar parte de la clínica de labio fisurado, laboratorio de prótesis, de la clínica odontológica, centro de rayos X, del laboratorio de biomateriales y de la clínica operatoria dental y odontopediatría.
Todos esos espacios componen a la Clínica de Especialidades Odontológicas, a los cuales se suma los aularios en donde los estudiantes recibirán sus clases.
Por el momento, la clínica ya ha sido utilizada por algunos de los alumnos, no obstante, en septiembre iniciará la ocupación total, cuando los estudiantes asistan a las clases semipresenciales.
En esa misma fecha también la ciudadanía podrá acceder a los servicios odontológicos, cuyo costo será mínimo, ya que los usuarios solo deberán pagar por los materiales que se usen.
Con la asistencia del estudiantado, la Universidad Católica de Cuenca arrancará con un programa de investigación, ya que este es el siguiente objetivo de quienes están detrás del proyecto: generar investigaciones y crear nuevos materiales odontológicos.
“Además del servicio a la comunidad, desde la universidad queremos hacer investigación. Con los laboratorios que tenemos lo vamos a lograr porque queremos ofrecer excelencia. (I)