Moscú. – Las autoridades de la península de Kamchatka, en el extremo oriente de Rusia, han solicitado la ayuda de buzos militares para continuar la búsqueda de las víctimas del accidente del helicóptero Mi-8, que se estrelló anoche con 16 personas a bordo, ocho de las cuales fueron halladas con vida, informaron fuentes oficiales.
«Los restos del helicóptero se encuentran a unos 800 metros de la costa y una profundidad de más de 130 metros. Los buzos del Ministerio de Emergencias no pueden llegar allí», dijo el gobernador de la región, Vladímir Solodov, citado por la agencia Interfax.
Según los últimos datos, ocho personas continúan desaparecidas después de que el helicóptero con 13 pasajeros, entre ellos un niño y tres tripulantes, hiciera un aterrizaje forzoso y se hundiera en el lago Kuril de la Reserva Natural Kronotsky, en Kamchatka.
El Comité de Investigación abrió una causa penal sobre la presunta violación de los requisitos de seguridad durante la operación del transporte aéreo.
Según Interfax, se descubrió un fallo técnico durante el vuelo y la tripulación intentó realizar un aterrizaje de emergencia en condiciones de densa niebla, pero cometió un error y el helicóptero cayó al lago.
El helicóptero accidentado pertenece a la compañía Vityaz-Aero y se encontraba en servicio desde 1984. Su licencia de vuelo expira en junio de 2022, según el portal Kamchatka Inform.
De acuerdo con el mismo medio, cuatro de los ocho supervivientes fueron ingresados en un hospital de Kamchatka y dos de ellos se encuentran en estado grave.
El lago Kuril, con una profundidad máxima de 306 metros, es uno de los lugares más visitados por turistas que acuden a Kamchatka en la temporada estival.
La mayoría de los visitantes llegan al lago en helicóptero, que suele recibir diariamente entre seis y siete grupos turísticos. En coche, el viaje es de casi dos días y luego aún hay que recorrer unos 15 kilómetros a pie. EFE