El expendio de dosis de droga utiliza varias fachadas en las calles de Cuenca. Va desde el denominado “cruce de manos”, hasta la organizada tarea grupos para contactarse con el consumidor, cobrar el dinero y hacer la entrega de la sustancia ilícita, de tal forma que si existe un operativo policial no ser detenidos en poder de evidencias, así quedar libres. Esta actividad ha tomado fuerza en las calles de la urbe. Por ejemplo, una de las zonas se extiende a lo largo de la avenida Huayna Cápac, en el sector Chola Cuencana y ahora hasta la calles Vega Muñoz, Manuel Vega y Pío Bravo.
Personas que radican en el sector relatan que hay expendedores de droga que se camuflan bajo la fachada de trabajadoras sexuales, para así permanecer en las esquinas. La droga no la llevan entre sus pertenencias o vestimenta, sino que la camuflan entre ranuras de puertas y cerramientos de viviendas.
Los habitantes de inmuebles, ubicados cerca de estas zonas, coinciden que la actividad del microtráfico genera inseguridad por diversos delitos delitos, a los que están expuestos las familias (desde niños hasta adultos). Detallan que en la referida zona de la Vega Muñoz y Manuel Vega existe una cámara de seguridad de las entidades de control, pero no hay resultados. Los expendedores mantienen sus actividades, especialmente en las noches.
Hace dos semanas, hubo un operativo antinarcóticos en las afueras de la Terminal Terrestre, otro sector considerado como conflictivo por la presencia de microtraficantes. Ese entonces hubo cuatro detenidos que fueron procesados por el delito de asociación ilícita para el tráfico de drogas.
La Policía decomisó varias envolturas con cocaína y marihuana, escondidas junto a postes de alumbrado público, debajo de piedras y en ranuras de puertas. De igual forma, en esta zona existe la prostitución clandestina. -(I)
