Así no señor Presidente

Justificar el alza mensual de los combustibles, diciendo que se focalizará el subsidio para la transportación pública, porque así está favoreciendo a los «pobres, desposeídos y que menos tienen», craso error, señor presidente, los pobres, los desposeídos, los de abajo, el pueblo que «chupa» todos los impuestos, casi no viajan a ninguna parte, ni a vacacionar, porque sus escuálidas economías no les permiten. En consecuencia, focalizar el subsidio para el transporte público no es la solución real, si una solución política, para evitar que su Gobierno tambalee con un solo paro del transporte; hablemos con propiedad, es un desacierto llamar capitalistas y mercantilistas a los ciudadanos de clase media y baja, que tienen destartalados vehículos particulares y son herramientas de trabajo. La elevación de los combustibles los pagan los profesores, enfermeros, ancianos, jubilados, agricultores, artesanos entre otros. En ésta clase ,usted no encontrará un solo capitalista, o mercantilista, pero si los encuentra en sus  Ministros de Estado «Correistas»  o no ,  que son dueños de multiempresas,  bancos y Cooperativas,  que tienen patente de corso,  para esquilmar nuestras economías, igual los  dueños de fábricas,  importadores y los exportadores, que han subido abusivamente  el precio de la harina, del  arroz, del aceite de comer en todas sus marcas,  la leche y  los productos básicos para la mesa familiar. Quienes creímos en usted, en tan poco tiempo nos estamos decepcionando, la pobreza golpea con más fuerza en nuestros hogares, la desnutrición avanza a pasos gigantescos, las tasas de mortalidad y morbilidad se han incrementado notablemente, los ancianos ya no tienen de que vivir, los jubilados con sus paupérrimas pensiones ven con desesperación transcurrir sus días. Si seguimos así a corto plazo, superaremos los niveles de pobreza de Cuba, Venezuela u otros países donde nos resistimos llegar. Señor Presidente, escuche el clamor del pueblo no busque sólo su estabilidad en el Gobierno, denos la oportunidad de trabajar a la gente de abajo, a la gente de a pie, no nos minimice y solo repare en lo que nos dijo en campaña y cuando asumió el poder, que usted, era «ese niño» pobre que no tenía para comer y estudiar, pero a la final estamos dudando de ello, cuando miramos su actitud para los pobres. (O)