Madrid.- Londres, Estambul, Yakarta, Budapest, Doha, Vladivostok y Wuhan forman parte del nutrido grupo de ciudades con ganas de organizar los Juegos Olímpicos del año 2036, sobre los que esta semana han debatido los responsables municipales de Madrid sin llegar a una conclusión sobre una posible candidatura.
Bajo un nuevo sistema de elección en el que no hay plazos fijos para presentar los proyectos, sino «un diálogo constante» entre las ‘partes interesadas’ y el Comité Olímpico Internacional (COI), son casi una docena los países que quieren formar parte de ese proceso y explorar sus opciones de ver la llama olímpica alumbrar su territorio dentro de quince años.
Es un largo periodo, pero el COI tiende a conceder las sedes cada vez con más anticipación para tener los Juegos atados ante imprevistos como los que ha vivido en la última década: una crisis económica global y una pandemia de no menor alcance.
Los Juegos de Los Ángeles 2028 y de Brisbane 2032 se otorgaron con 11 años de adelanto, frente a los 7 con los que se asignaron hasta París 2024. La ciudad australiana fue, hace apenas dos meses, la primera elegida con el nuevo procedimiento: un comité del COI selecciona discretamente, sin actos públicos, a su favorita y la asamblea ratifica la elección con su voto.
Si Madrid decide finalmente incorporarse al diálogo con el COI, no estará sola y sus rivales serán muchas.
El proyecto más llamativo es el que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, planteó el pasado mes de mayo, horas antes de ser reelegido para su cargo: una nueva candidatura para 2036 o 2040 para organizar los Juegos «más baratos y sostenibles de la historia», que formasen parte de la recuperación de la capital británica tras la pandemia.
Londres se convertiría así en la primera ciudad en acoger los Juegos en cuatro ocasiones, tras las ediciones de 1908, 1948 y 2012.
Otro alcalde, el de Estambul, Ekrem Imamoglu, afirmó en julio, coincidiendo con la inauguración de Tokio 2020, que estaba «convencido de ganar» si se presentaban para 2036, en lo que sería su sexto intento.
La ciudad turca fue rival de Madrid en 2012 y 2020. En esta ocasión fue responsable directa de la eliminación del proyecto español, al que se impuso en un desempate (49-45) en primera ronda; luego cayó ante Tokio.
En Rusia el interés por tener unos Juegos es tanto que ya hay al menos tres ciudades que ya compiten entre sí: San Petersburgo, Kazan y, como reciente incorporación, Vladivostok. Pero Rusia deberá esperar a que venzan las sanciones que recayeron sobre su deporte por dopaje, a finales de 2022, antes de hacer cualquier movimiento que implique lanzar una candidatura.
Catar, Indonesia, India, las dos Coreas, Alemania y Budapest mostraron en mayor o menor medida su interés por acoger la cita olímpica en 2032, por lo que el jarro de agua fría que supuso para ellas la adjudicación de los Juegos a Brisbane puede hacerles reconsiderar la fecha y trasladar sus planes a cuatro años después.
Catar, país organizador del Mundial de fútbol de 2022, ya presentó candidaturas para los Juegos de 2016 y 2020 . Ambas fueron descartadas por el COI debido a los problemas derivados de las altas temperaturas en verano o, en caso de ser movidas las fechas a octubre, a la incompatibilidad con el calendario deportivo internacional.
En julio de 2020 el comité olímpico catarí informó al COI de su interés por los Juegos de 2032. Si la Copa del Mudo del próximo año es un éxito, es muy probable que se utilice como trampolín para un nuevo intento olímpico.
Cuando el COI anunció el pasado febrero que Brisbane era su opción para 2032, Budapest acababa de formar un pequeño equipo de candidatura que ya no tuvo tiempo de dar más pasos. Pero hace apenas tres semanas el llamado Comité Budapest 2032 se rebautizó como Comisión para los Juegos Olímpicos en Budapest, con el objetivo de entrar en esa fase de diálogo en la que se decide ahora la suerte de las aspirantes.
El comité de Corea del Sur indicó que seguiría trabajando en un posible proyecto conjunto con Corea del Norte, si bien la suspensión olímpica de este país por no participar en los Juegos de Tokio termina a corto plazo con esos planes, en todo caso de difícil traslado a la realidad.
Desde Alemania, donde se gestaba una candidatura en torno a Düsseldorf, mostraron su sorpresa por la repentina elección de Brisbane. Pero Jürgen Kessing, presidente de la federación germana de atletismo, dijo que la región seguiría en la pelea e intentaría «ponerse en cabeza» para futuras ediciones.
Entre las autoridades deportivas hay discrepancias, sin embargo, sobre la oportunidad de acoger unos Juegos en 2036, cuando se cumplirá un siglo de la edición celebrada en Berlín a mayor gloria de Adolf Hitler.
«Sería impensable», afirmó hace unos meses el ministro del Interior, Horst Seehofer.
Se pensó incluso en salvar ese obstáculo emocional con una candidatura conjunta con Tel Aviv, ciudad que organizaría las pruebas de vela y de surf. La idea quedó luego diluida.
En el caso de la India, se sabe de planes para establecer una hoja de ruta que conduzca a alguna de sus ciudades, quizá Ahmedabad, a ser considerada.
Indonesia mantiene «un diálogo constante» con el COI respecto a las opciones de Yakarta y el pasado julio su comité olímpico dio por sentado que serían candidatos a 2036.
Ni siquiera China, que el próximo febrero acogerá en Pekín los Juegos de invierno, renuncia a volver a tener los de verano, con doce ciudades interesadas, entre ellas Shanghái, Wuhan y Chengdu.
Madrid, que optó a organizar los Juegos de 2012, 2016 y 2020, parece retomar ahora sus aspiraciones olímpicas y la última semana ha sido objeto de declaraciones de distinto signo.
La vicealcaldesa Begoña Villacís anunció este martes que al ayuntamiento ya trabajaba en una candidatura para 2036, lo que fue desmentido inmediatamente por el alcalde, José Luis Martínez Almeida.
Tras una reunión entre Almeida y el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, ambos indicaron que llevan «meses trabajando» para convertir a Madrid «algún día» en sede olímpica, sin concretar qué año es su objetivo. EFE