Un estudio de prospección geomagnética reveló, de forma preliminar, la existencia de anomalías en el subsuelo del patio del edificio donde funcionó la escuela y colegio Febres Cordero.
Esta es la segunda intervención ejecutada en el lugar y que deja importantes indicios de la existencia de posibles restos arqueológicos, según lo comentó el director de Áreas Históricas, Felipe Manosalvas.
Juan Pablo Vargas, arqueólogo de la institución, explicó que la tecnología que utilizaron en el patio de este inmueble patrimonial, de 2.490 metros cuadrados, fue la misma que les permitió encontrar los restos de tumbas en el ala sur de la iglesia de San Blas.
Dicho inmueble está sin ocupación desde 2017 cuando la institución educativa dejó de funcionar ahí. Su construcción data de 1893 y cuenta con un área de construcción de 3.339 metros cuadrados.
Investigación
Vargas detalló que las novedades fueron encontradas, en menor medida, en el costado que da hacia la calle Gran Colombia. En la parte que da hacia la calle Borrero es lo más fuerte que se visualizó, y las de mayor profundidad están hacia en el centro y en la calle Hermano Miguel.
Sin embargo, la fase de exploración se aplicará únicamente en seis puntos del patio.
Para esto la Dirección de Áreas Históricas ha solicitado la contratación de dos asistentes de arqueología para cumplir el proceso de registro de todo lo que se encuentre. “Tenemos ya trazada la metodología de exploración sobre lo que actuaremos”, dijo.
El funcionario informó que hoy dirigirán al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) la solicitud de permiso de investigación en la que se adjuntará el proyecto que se ejecutará.
“Tenemos una gran expectativa de lo que podamos hallar en el lugar, restos óseos, cerámica u otros objetos; sin duda cambiará la forma de concebir un proyecto para este edificio”, expuso Vargas.
Los trabajos de excavación prevén iniciar en noviembre y que se extiendan hasta diciembre, y en enero de 2022 completar la primera fase con los análisis de laboratorio de todo lo que logren sacar.
“Luego de este proceso contaremos con las primeras interpretaciones y nos ofrecerá pautas para tomar decisiones concretas en cuanto a este espacio”, explicó.
Otros trabajos
Felipe Manosalvas, director de Áreas Históricas, informó que a más de la parte arqueológica también ejecutaron una intervención emergente en el techo para tapar goteras y filtraciones que afectaban a la pintura mural que se encuentra en algunos salones del exFebres Cordero.
También comentó que contratarán los estudios estructurales, arquitectónicos, patológicos, entre otros, que permitan tener una idea global de toda la intervención que tienen que hacer en este lugar.
“Ya procedimos con el despeje de muchas áreas que estaban invadidas de elementos que no sumaban a la estructura». Cuando fue el colegio se dividió los espacios con tablas, bloques y otras estructuras que llenaban los espacios”, puntualizó.
En este sentido, resaltó que lograron rescatar un salón que tiene pintura mural en techo y paredes.
Manosalvas recalcó que el uso de estas instalaciones se orienta a la interpretación arqueológica de la región. “Aspiramos a convertirlo en el primer centro regional de interpretación que funcionaría de manera coordinada con lugares como Ingapirca, por ejemplo”, señaló. (CLP) (I)
Uso del pasaje Hermano Miguel
Desde la Federación de Comerciantes Minoristas existe la sugerencia de ocupación del espacio del pasaje Hermano Miguel, ubicado frente donde funcionaba el colegio Febres Cordero, como una alternativa para dejar los espacios públicos.
En este sentido, Felipe Manosalvas, director de Áreas Históricas, señaló que no cuentan con una propuesta que contenga un proyecto de funcionamiento y mantenimiento.
“Sabemos que los comerciantes autónomos pretenden ocupar este lugar, sin embargo, no debemos olvidar que ese lugar existen vivienda y que cualquier proyecto que se pretenda emplazar debe brindar muchas garantías”, dijo. (I)