La extradición de Alex Saab quien fue el vínculo del gobierno venezolano con Correa, permitirá investigar y ratificar los millonarios negociados entre los gobiernos socialistas del siglo XXI. Dicen que Saab cantará como Plácido Domingo frente a la justicia norteamericana, antes que podrirse el resto de su vida en una cárcel. La izquierda latinoamericana, la española, las estructuras chavistas de América y del Medio Oriente están temblando. Se les viene la noche larga y oscura y el crujir de dientes. Qué irónico que Maduro hable de un “secuestro” a Saab, siendo un dictador que tiene secuestrado a millones de venezolanos.
El juez presentó ocho cargos en su contra: siete por lavado de dinero y uno por conspiración para lavar dinero. Entretanto llega el 1 de noviembre, fecha de la próxima audiencia, los panas de Saab están con los nervios de punta, sin saber dónde esconderse. Como las ratas cuando sienten a la muerte cerca.
Si no hubiera sido por el sistema monetario llamado Sucre que creó Correa, el negocio de Saab no hubiera sido exitoso. El dinero malhabido era transferido desde el Banco Central de Venezuela al Banco Central del Ecuador, y este, a su vez, lo depositaba en la cuenta de la supuesta empresa Fogoclons, la que distribuía los réditos entre los implicados deshonestos.
Las empresas venezolanas que hacían compras en Ecuador eran públicas, razón por la cual necesitaban la aprobación de los más altos funcionarios de Venezuela para hacerlas. En tan solo tres meses Ecuador pasó a ser el segundo exportador de materiales de construcción a Venezuela, luego de EE.UU, con contenedores vacíos. Coordinaron prolijamente para realizar las exportaciones ficticias. Correa debe estar con los nervios de punta luego de la acusación que hace la Fiscalía de Florida, la que podría demostrarse con lo sucedido en Ecuador, lo que impulsaría a que la Fiscalía ecuatoriana reabra el caso.
Si Saab se acoge a la colaboración eficaz para reducir la pena de 20 años que podría recibir, tendrá que exponer su hoja de ruta delictiva así como las conexiones personales que le permitieron fundar su empresa Fogoclons en nuestro país.
Es muy factible que los gringos pelen el ojo a Ecuador e indaguen sobre los vínculos que hubo entre Correa y Venezuela. Ahí veremos cómo intentan escabullirse las ratas, sin encontrar una guarida inexpugnable. (O)