Una buena sensación ha dejado el último encuentro entre el Gobierno de Guillermo Lasso con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y otras organizaciones sociales. El diálogo ha permitido que tres de las seis propuestas presentadas por el sector indígena sean atendidas. Buen inicio del partido.
Estos espacios han permitido que las propuestas sean analizadas. Los diversos movimientos políticos deben entender que Ecuador necesita gobernabilidad. Sin embargo, si en ese proceso los derechos de los ciudadanos son vulnerados, las protestas son un buen camino. Las necesidades de la población deben ser atendidas.
Tras la reunión se han atendido tres solicitudes. La primera hace referencia a que los créditos al sector productivo entren en una moratoria. La segunda es que los precios de los insumos agrícolas sean controlados. Y tercero que la educación bilingüe sea respetada. El sector indígena ha ganado el primer tiempo.
Ahora veamos los temas más delicados: el subsidio a los combustibles, detener la expansión de las zonas petroleras y mineras, y el aspecto laboral son los puntos más álgidos que serán tratados en mesas técnicas.
En una negociación ambas partes deben ganar. En este caso el Gobierno y los indígenas están jugando un partido durísimo. Los ciudadanos nos hemos convertido en hinchas que miran con detenimiento esta justa. Esperemos que al escuchar el pitazo final no termine en enfrentamientos. (O)